El Mundial es otra cosa

 

El sorteo puso a la selección peruana en el Grupo C donde tendrá como rivales a Francia, Dinamarca y Australia, tres países con fútbol rancio, potente y agresivo con los que tendrá que bregar en el Mundial de Rusia 2018. La primera misión es clasificar a octavos de final, primero desayunar bien antes del almuerzo.

En el Grupo C la solvencia de Francia es reconocida y lo coloca como el favorito indiscutible. Los tres restantes, tendrán que mostrar los dientes para disputarse la plaza única que resta.

La selección peruana tiene su atractivo, su lado encantador. Será porque en México 70 pasó a la siguiente ronda e igual sucedió en Argentina 78. En ambos casos pasamos a la siguiente ronda pero en el mundial azteca tuvimos a Brasil como adversario y Argentina en el 78.

Los críticos que están al acecho de refrescar la memoria recuerdan que llegamos a un mundial tras una larga ausencia de 36 años, mucho tiempo sin figurar en el mapamundi del fútbol y de repente otra vez estamos en el glamour del balompié mundial.

Los románticos recuerdan el Brasil vs Perú en México 70. Dicen que fue uno de los mejores partidos y resaltan la actuación de Pelé, Tostao, Rivelino y Jiarzinho frente a la bicolor con Teófilo Cubillas, Chumpitaz y Alberto Gallardo. Fue un mal manejo poco prudente jugar contra el Scratch tan rápido. Tan apresurados como el regreso temprano a casa.

Lo mismo podría suceder en Rusia 2018 porque ser segundo del Grupo C nos manda posiblemente contra los argentinos. Se trata de evitar que juguemos contra los dirigidos por Sampaoli y tiene a Messi como su principal figura. Para más adelante sería inevitable chocar con los paisanos de Maradona.
Es cuestión de jugar con los resultados para esquivar un adversario que nos devuelva a casa tempranamente.

Sin embargo, antes de pensar en la otra ronda, hay que rastrillar bien las armas para derretir el hielo del debut con un triunfo desde el saque ante Dinamarca. De hecho no será un adversario de fácil expediente, será un enemigo al que habrá que buscarle sus debilidades aunque sabido es que con la pelota en el piso, no hay rival europeo que pueda resistir.

Contra Francia habrá que repetir lo que hizo Perú en el Parque de los Príncipes el 28 de abril de 1982 con un triunfo de sacarse el sombrero. Juan Carlos Oblitas anotó el gol del 1-0 pero el recital del buen fútbol estuvo en los botines del poeta César Cueto y las gambetas del “Diamante” Julio César Uribe.

Como no se puede vivir del recuerdo, sirve para fortalecer el ánimo para pensar que los partidos hay que jugarlos y escribir otra historia en un escenario tan primoroso que estar allí, ya es un lujo.

Queda dicho que la selección peruana tiene una cita mundialista. La que no se puede desaprovechar y darle cuerda a una ilusión que se fortalece porque tenemos a Paolo Guerrero, Christian Cueva, Renato Tapia, Edison Flores y Josimar Yotún, las nuevas estrellas del fútbol mundial.

 

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