El otro lado del clásico

 

El clásico del último domingo con triunfo de Universitario por 1-0 ante Alianza Lima dejó a la hinchada crema satisfecha pero al margen de ello, la solidez mostrada por Brayan Velarde en la defensa, aupó la aparición de una nueva promesa para el fútbol peruano.

Las estadísticas dirán que el 2019  fue favorable para Universitario, con dos triunfos uno en Matute por 3-2 y este del 1-0 en el Monumental pero el desempeño de Brayan Velarde resulta ser la mejor apuesta de Angel Comizzo para darle el respaldo a un jugador que ha postergado a dos mundialistas.

Es que Alberto Rodríguez y Christian Ramos sienten que el empuje de un joven con su insolencia regula la decisión de Comizzo de elegirlo para cubrir una plaza difícil.

Velarde en el clásico fue un muro, rebelde en su actuación en el pleito entre los compadres, mostrándose seguro y convertirse en uno de los pilares de eficacia comprobada para darle sustento a la victoria crema en una tarde que registró récord de asistencia en el Monumental.

El clásico no solamente renueva la tradición y repulsa antagónica, apunta a la búsqueda de algo que deje mucho más que un resultado estadístico.

En ese sentido Brayan Velarde se apoyó en las indicaciones de Comizzo para no dejarse intimidar ante una delantera rival de furiosa apariencia pero dócil cuando el criterio, la anticipación y la ubicación se unen para el desmontaje de cualquier armadura ofensiva del adversario.

Hay detalles que dejó el clásico número 363 hacerse visible el desempeño de duelo ganado por el crema ante Kevin Quevedo quien dejó escapar la ocasión de hacerse notar, ser más útil y trascender en un partido con una audiencia mayor que esperaba mejor desempeño del aliancista.

En lo que corresponde a Ricardo Gareca, tiene un  nuevo zaguero, fresco y seguro, ponerlo en lista de aspirantes para tenerlo en cuenta ante el relevo generacional que es inevitable.

Le toca a Brayan Velarde no creerse que ya está consolidado cuando todavía está en proceso de la madurez que si es bien trabajada puede convertirse en un jugador de exportación.

El propio Brayan considera que se ve en unos años en el fútbol competitivo de Europa, en ligas de exigencia mayor donde llegan los que muestran calidad y atributos, disciplina y perseverancia.

Ñol Solano por su parte tiene en este joven valor de 20 años, el zaguero necesario que ya tiene experiencia internacional ya que integrando la Sub 15 fue parte del equipo que ganó el título en 2014 en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nankín, China.

En aquel equipo, dirigido por Juan José Oré, jugaron entre otros Fernando Pacheco, Renato Rojas, Marco Saravia, Franklin Gil y Gerald Távara.

 

 

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