El “Tigre” Gareca y los nuevos “tigrillos”

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No son muchos pero son suficientes los jóvenes futbolistas que emergen entre las sombras de un campeonato con poco brillo. El torneo peruano no es tan competitivo como se desearía pero permite a un grupo de jugadores que se las arreglen para entrar al top de nuevos valores con futuro asegurado.
El Torneo Apertura es cosa del pasado pero dejó algunos gratos recuerdos como las escabullidas de un grupo de mozuelos con condiciones para que el ‘Tigre’ Ricardo Gareca los tome en cuenta.

Uno de ellos es Willyan Mimbela, de poco tamaño pero grande en atributos futbolísticos, un jugador de buen pie, inteligente, mago de los amagues insospechados y buen rematador para buscar el arco contrario.

En el partido contra Sport Boys, por la fecha 15 del Torneo Apertura, Mimbela le pegó a la pelota con suficiencia, talento en ebullición, pincelada de crack para un remate de zurda desde 30 metros para señalar uno de los goles con que Unión Comercio ganó 4-2 a Sport Boys.

Mimbela juega en el ‘Poderoso del Alto Mayo’ pero ya pasó por Alianza Lima, Universitario y Sporting Cristal. Los tres grandes del fútbol peruano que lo acogieron pero sin la madurez de su fútbol.

Mimbela debe tomar conciencia que a los 26 años no puede desperdiciar un minuto más para hacerse de un sitio para aparecer en el Álbum de Panini si llega a la selección, como se espera, y en el mejor de los augurios la participación peruana en el Mundial de Qatar 2022.

De hecho Mimbela ya está en edad para ser un jugador de exportación y deje de lado la actuación doméstica que ya lo tiene entre sus preferidos pero le falta mejorar lo hecho en Portugal cuando emigró al Nacional del país luso.

Otro que apunta bien es José Miguel Manzaneda, un joven de peinado hirsuto, larguirucho, con un talento innegable cuyo desmejorado nivel a comienzos de año empieza a darle cuerda para ser parte de la marquesina donde pueda exhibirse.

Manzaneda ya estuvo en la selección peruana pero con escasas oportunidades para mostrar las bondades de su fútbol que apunta a situarse en lugares de mayor ambición.

Marcos Lliuya, el jugador del Sport Huancayo, igualmente merece ser tomado en cuenta. Tiene un juego embaucador, solvente, una habilidad nata que el propio César Cueto se animara a decir que el mediocampista del ‘Rojo Matador’ merece ser parte de la selección peruana.

Por ahora solamente tres muestras para hacer notar que el fútbol peruano tiene riqueza en ciernes, con sus nuevos valores que amplíen el número de seleccionables a sabiendas de que habrá sitio en el fondo de la selección.

 

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