Emma Coronel, una Reina sin corona (I)

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A los 17 años Emma Coronel Aispuro fue elegida reina del Festival local de Café y Guayaba de 2006 gracias a que su admirador y ahora esposo encarcelado, Joaquín Guzmán “El Chapo” inició una campaña con sus sicarios armados de metralletas que se encargaron de reunir los votos con una contundencia que no extrañaba en estas tierras convulsionadas por la rivalidad de los carteles de la droga.

Tras gozar de una vida principesca al lado del capo del cartel de Sinaloa. Emma Coronel se presenta como la esposa fiel a su temible marido mientras los abogados  consideran que será una “arma legal” en el proceso que se inicia al Chapo en la Corte de Brooklyn donde, dicho sea de paso, es la única que se ha presentado abiertamente para apoyarlo.

Y, para variar, como una reina sin corona se moviliza entre México y  Estados Unidos , es natural de California,  se presenta a las playas y locales exclusivos sin hacerse problemas por ocultar su identidad, incluso llevando polos con su nombre grabado, cuando  entrena en resguardados campos de tiro sin que nadie se atreva a cruzarse en su camino.

La historia semioficial empieza realmente cuando Emma Coronel , de 17 años, se encontró con el “Chapo” Guzmán , de 35 y considerado como uno de los bravos en carrera ascendente en la industria del polvillo blanco¿ donde, como en las rancheras, la vida no vale nada.

En la revista azteca especializada Proceso Emma narró su historia que, según ella, no es un lecho de rosas “ni nada de eso” al lado de ahora  preso más célebre de México.

Durante la entrevista, la joven californiana  narra su historia y la historia de la vida en pareja con quien es considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, ahora preso. “No hay ningún lecho de rosas ni nada de eso”, asegura.

No tiene problemas en identificarse, incluso sus polos llevan impreso su nombre, como se observa en la foto

Proceso relata que  después de tres días de espera, Emma Coronel Aispuro logró que la dejaran entrar al penal El Altiplano para ver a su esposo, Joaquín Guzmán Loera, líder del Cártel de Sinaloa, recapturado . Al cubículo entraron hombres encapuchados quienes traían a El Chapo totalmente sometido y seguido por un perro.

Él se sentó, pero los guardias se quedaron a escasos centímetros; ella podía sentir su respiración en la nuca y su mirada intimidante.

Durante los seis meses anteriores, mientras Guzmán era fugitivo, la pareja apenas había podido encontrarse dos veces. Ninguna en Navidad, como afirma la Procuraduría General de la República. En medio de la tribulación, Emma y el capo apenas pudieron hablar de lo elemental.

 Cómo se encontraban ella y las gemelas de cuatro años que procrearon; cómo estaba su madre, Consuelo Loera; y cómo estaba él. Por primera vez Guzmán Loera parecía estar acorralado. Sólo había algo que le pesara más que haber perdido la libertad: no poder ver a sus seres queridos.

“Si hubiera sabido que no iba a poder estar con todos los que quiero, no hago esto”, murmuró.

Emma pensó que se refería a haber escapado del Altiplano el 11 de julio de 2015, pero dice que en realidad nunca hablaron específicamente de eso.

El primer encuentro 

Pero si alguien sabe que “el hubiera no existe” es ella, quien a los 17 años, en un baile de pueblo en la región de La Angostura, Durango, se topó en medio de la pista con un hombre que era 35 años mayor que ella y que le sonrió.

Emma bailaba con su novio; él, con otra joven. Tal vez por temor a ser rechazado, a través de una tercera persona la invitó esa noche a bailar y ella aceptó. No era nada especial, en realidad le hubiera dicho que sí a cualquiera, porque esa era la tradición para las jóvenes, incluso aunque tuvieran novio.

Después de ese encuentro fortuito Emma no terminó inmediatamente la relación con su novio y no volvió a ver a Guzmán Loera hasta meses después.

Para variar practica tiro al blanco con rifle aunque nunc lleva armas para su protección por razones obvias

Una muchacha de California

“Coronel tiene toda la estampa de una joven del norte de México: alta, de piel blanca como porcelana, grandes ojos marrón, cabello que le cae como cascada en la espalda y una silueta curveada sin exageración. De familia humilde, nació el 2 de julio de 1989 cerca de San Francisco, California. Exactamente en Santa Clara, como indica el acta de nacimiento obtenida por la reportera de Proceso.

Esta es una de las escasas veces que ella accedió a una polémica entrevista.

–¿Por qué nació ahí?

–Como que no fue nada planeado, fue de última hora. Mi mamá se pasó de “mojada”, que en aquel tiempo era mucho más común, mucho más fácil; tocó que allá nací, ninguno de mis hermanos nació allá ni nada, no fue planeado ni lo decidieron. Fue ahora sí que de mera casualidad.

Al mes y con un acta de nacimiento que la acredita como ciudadana estadounidense regresó a Canelas, Durango, municipio enclavado en la zona de influencia de los cárteles de Sinaloa y de Guadalajara desde hacía décadas. Ahí las esperaban su padre, Inés Coronel, y su hermano mayor, Omar. La familia se hizo más extensa cuando llegaron su hermana Claudia, y Édgar.

¿De dónde es originaria su familia, su mamá y su papá?

–Del rancho cerquita de donde yo soy originaria, La Angostura, de ahí también son mis papás. Toda la vida han vivido ahí, yo también hasta los 18 años viví ahí.

–¿Cómo es ese lugar?

–Es un rancho común y corriente, como cualquier otro, son personas humildes…

¿De qué vive la gente ahí?

–Pues mucha gente se va a trabajar a Culiacán, otras personas se han ido a Estados Unidos, sobreviven, sobreviven pero todo muy humildemente. A mí me gusta porque ahí viví toda mi niñez… ahí me crié con mis hermanos, con mis papás. Ahí no se ve nada de cosas extravagantes, de cosas que se ven en la ciudad que son tan estresantes; es una vida muy tranquila. La extraño demasiado –dice casi para sí misma, con un dejo de nostalgia.

Afirma que su madre era ama de casa. Su padre desde muy niño se dedicaba a sembrar maíz y frijol, y ya más recientemente, a la venta de autos usados en la frontera con Estados Unidos.

¿Hubo un momento, cuando eras niña, que hayas regresado a Estados Unidos?

–Sí, este, a los 11 años me fui con la familia de mi mamá; estudié un año en Estados Unidos, y a los 12 me regresé.

–¿Por qué te fuiste?

–Mis papás me mandaron para que aprendiera inglés, para que viera cómo era donde había nacido, más que nada. Sí me gustó, pero yo me quise regresar porque los extrañaba mucho; no me acostumbré. Estaba lejos de donde yo soy y extrañaba mucho a mi familia. Al año los convencí de que me regresaran.

Admirador de armas tomar

Meses después de aquel baile y primer encuentro con El Chapo, Emma decidió participar en el concurso para elegir a la reina de la Feria del Café y la Guayaba, que en febrero de cada año se lleva a cabo en Canelas.

Su novio, muy celoso, no estaba de acuerdo en que participara en el certamen y eso provocó la ruptura. Con orgullo ella afirma que ganó por méritos propios, no porque Guzmán Loera haya influido en el resultado como es el comentario.

“Gané con muchísimos votos y a partir de entonces fue cuando se hizo, pues, un escándalo de él implicándolo en mi vida, y todavía no estaba en mi vida”, asegura.

La boda de una reina y el mafioso

Guzmán Loera, fugitivo luego de escaparse en enero de 2001 de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, la comenzó a visitar en su casa.

Es un hombre que le lleva muchos años, pareciera una relación difícil de entender.

–Yo digo que lo que me conquistó de él fue su plática, su forma de tratarme… no me llevó grandes regalos ni grandes cosas, sino que él se gana a las personas por su forma de ser.

https://www.youtube.com/watch?v=jdAV7n1hiL0

–¿Cuándo realmente se unen ustedes como pareja?

–¿Que nos casamos o cómo…?

Sí, que te unes, que te vas a vivir con él, que hacen una vida de pareja.

–Fue cuando nos casamos en 2007, nos casamos por la iglesia nada más y a partir de entonces somos pareja.

¿Dónde fue la boda?

–En mi casa. Nada más estuvieron muy poquitas personas. Mi familia más allegada… He escuchado que no sé cuánta gente hubo, funcionarios… no sé. No es cierto, fue nada más mi familia, las personas del rancho.

En septiembre de 2007 el nombre de Emma Coronel Aispuro y su boda salieron a la luz cuando la periodista Patricia Dávila publicó en Proceso una crónica sobre el enlace del capo y la reina de belleza. Ahí se describió una boda con varios invitados, incluyendo políticos de Sinaloa, y un cinturón de protección compuesto por el propio Ejército mexicano.

La autora de este reportaje obtuvo por otra vía información similar e incluso los nombres de algunos de los supuestos invitados. Insistentemente en la entrevista Emma negó que su boda hubiera sido así.

¿No hubo políticos en tu boda?

–No, yo nunca lo he visto a él con un político.

¿Había militares en tu boda?

–No. Todo fue algo muy chiquito, con pura familia, no hubo las grandes bandas que dicen, nada de eso.

–¿Y en qué iglesia se casaron?

–No, este, no fue en una iglesia, fue un padre del municipio de Canelas, fue y nos casó ahí.

¿Y de la familia de él quién fue?

–Nadie.

¿Traía escoltas?

–Ya no recuerdo… en ese tiempo; pero eran más amistades de él…

https://www.youtube.com/watch?v=vPy83s6GU9U

¿Es verdad que tu tío es Ignacio Coronel? –pregunto. Durante la primera década del siglo, Ignacio Coronel fue considerado “rey de las metanfetaminas”, socio del Cártel de Sinaloa, jefe en Jalisco. El gobierno de México afirma que cayó muerto en un operativo del Ejército en 2010, en Guadalajara.

–No. No es verdad. Si bien tenemos el mismo apellido, hay muchas personas que se apellidan igual y no son familia. El señor no es mi tío, de hecho no lo conozco.

Porque se había dicho que supuestamente era a través del señor Ignacio Coronel, que trabajaba con Joaquín Guzmán Loera, que se habían conocido. ¿No fue así?

–No. En unas ocasiones han dicho que es mi papá también (Ignacio Coronel), otras que es mi tío, pero no es ni mi papá ni mi familiar. No lo conozco.

¿En ese momento tú ya entendías quién era Joaquín Guzmán Loera?

–Creo que no

Continúa: Los años dorados

 

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