Final copera: De Madrid a Ate

 

Cayó bien la decisión de Conmebol de trasladar a Lima la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Flamengo con Santiago de Chile designada en un inicio pero el caldeado momento que vive el país sureño, la plaza pasó a ser ocupada por la ciudad de los Virreyes.

Una designación que cae como anillo al dedo por sus implicancias que significa tener la sede de una final que se jugó en Madrid hace poquito y ahora se traslada a Ate. Casi ninguna diferencia.

Lima tiene un encanto que es mejor advertido desde afuera, y nosotros, con sus soterrados problemas no vemos tanta belleza pero de todos modos admitamos que mal no estamos pese a los problemas de inseguridad que ya nos tiene hastiados hasta la coronilla.

En el plano futbolístico se mastica con sabor agradable el hecho de que  Lima se convierta en el epicentro del fútbol mundial. La Champions League tiene su propia jerarquía pero la Copa Libertadores ahí nomás le pisa los talones.

Una final de Copa Libertadores hará que el mundo mire nuestro fútbol con mayor atención aun cuando nada tenemos que ver con los finalistas, pero recordarán muchos que en el Mundial de Rusia 2018 estuvimos presentes después de 36 años.

Y ahora nos verán con mayor atención porque venimos de obtener un subtítulo en la Copa Libertadores de Brasil 2019 y vamos con el pie puesto en el acelerador camino a estar por segunda vez consecutiva en otro mundial, en Qatar 2022.

Y si fuera poco, los niños podrán tener información fresca de la presencia de los notables futbolistas que vendrán, casi imposible que puedan reunirse en un solo partido.

En la parte económica cae bien porque habrá buenos dólares que irán a las arcas del estado, la cadena de hoteles y restaurantes se verán beneficiadas y hasta los que venden canchita multiplicarán sus ganancias ante una audiencia que no estamos acostumbrados a ver.

Además, Universitario que prestará sus instalaciones, no desaprovecharán la ocasiones de mostrar una buena imagen del club y su monumental estadio que lo elevan a una categoría superior.

Queda en ellos aprovechar el hándicap, elegir entre el crecimiento y la desidia de no emular por ejemplo al ‘Mengao’ que tiene la mayor hinchada del mundo. Una cifra inmensa, demoledora, nimia con la que maneja el equipo de Comizzo.

Entonces, se dan todas las condiciones para sacar la mejor tajada posible para crecer de todos lados, con ejemplos vivos como el propio River Plate que por algo está en la cresta de la ola peleando todas las finales.

De hecho haber organizado un buen Panamericano en Lima 2019 ha solventado una capacidad de índole superior que ha redundado en darnos otra responsabilidad de un compromiso de rebuscado nivel aunque lo veamos por televisión por las entradas que cuestan un ojo de la cara.

 

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