Los históricos del fútbol peruano, los que marcaron época y trascendieron más allá de nuestras fronteras, deberían quedarse congelados en el tiempo y nunca retirarse de las canchas.
50 años atrás, el joven Teófilo Cubillas Arizaga, con 21 años, en el Mundial de México 70 irrumpió en el escenario del fútbol con fecha de nacimiento pero con un pedido enorme de no tener caducidad.
Es que a futbolistas de la consistencia del Nene se les debe otorgar la inmunidad para no dar cuenta de los años, ser eternos, como el viento y quedarse como si fueran semidioses de la pelota.
El gol de Teófilo Cubillas a Bulgaria, el del 3-2 en épica remontada, no envejece. Se mantiene rebosante de frescura en la memoria de los peruanos que fueron testigos presenciales del tanto que alegró al país que arrastraba lágrimas de dolor por el terremoto de Ancash.
Los jóvenes tienen a mano información de lo sucedido para sacar cuenta que un puñado de jugadores juntados por Didí dio vida a ese once con Chale, Mifflin, Cruzado, Sotil, Chumpitaz, Nicolás Fuentes y Orlando La Torre.
Ese Mundial de México 70 no fue solamente el gol de Cubillas a los búlgaros. El equipo peruano fue consiente que podían exigirse más de la cuenta. Para lograrlo deberían de ganarle a Alemania.
Se jugó bien, se pudo hacer algo más pero la aplanadora alemana fue superior y se debió ceder, reconociendo con hidalguía la apuesta del rival aunque hubo un desquite posterior.
Ocurrió cuando el Bayern Múnich conformado por la mayoría de integrantes de la selección alemana mundialista en México 70 vino a jugar un amistoso ante el combinado Alianza-Municipal.
Ese día la dupla conformada por Cubillas-Sotil hizo zozobrar al poderoso elenco muniqués. Fue un 4-1 con baile, zamacueca, marinera y landó en una jornada que quedó escrito en el libro de oro del fútbol peruano.
El propio Cubillas da cuenta del partido ante Brasil, el mejor Scratch de todos los tiempos con cuatro mediocampistas, Rivelino, Tostao, Gerson y Jairzinho. Un lujo realmente.
Fue el mejor partido, abierto, con goles y exhibición futbolística. No podía ser menos si estaban Pelé y Cubillas. 17 remates de Brasil y 15 de Perú dice bastante de cómo fue este partido.
El Mundial de Argentina 78 fue otro encuentro con la gloria. El protagonista nuevamente Teófilo Cubillas con ese golazo de tiro libre a Escocia en el 3-1 de Perú a los escoceses.
Cubillas recuerda que años después, en 1975, con ocasión del partido ante Brasil por la Copa América hizo un gol de tiro libre, desde el mismo lugar para vencer al arquero Raúl. Solo que le pegó a la pelota con el borde externo.
Ese fue Teófilo Cubillas. Lo dicho es apretado resumen de su historia. Hizo memorables goles, sea con Oporto de Portugal o los Strickers aunque esa calidad también fue un regalo para los aliancistas. Que Cubillas perdure en el tiempo y nunca tenga que irse.