La ingenuidad que hace la diferencia

 

Los Humala Heredia pretenden que el aporte brasileño, del cual informó Jorge Barata a los fiscales peruanos, no les significa problema penal. Son tan inocentes y tan suertudos que el Partido de los Trabajadores de Brasil habría dado al Partido Nacionalista del Perú tres millones de dólares -a través de la empresa Odebrecht- para la campaña del 2010. Por solidaridad, generosidad o simpatía sin pedir ni recibir nada a cambio. Afirman que no hay delito y que solo cabría falta administrativa.

Quién puede creerlo. Ollanta Humala como Nadine Heredia se burlan del país con la ayuda de sus abogados que han comenzado por negar lo dicho por Barata y afirmar que todos los aportes fueron oportunamente declarados a la ONPE.

La Ley de Partidos Políticos en su art. 31 enumera las tres fuentes prohibidas para los aportes de campaña y entre ellas coloca a los partidos y agencias de gobiernos extranjeros. Es el caso, la empresa brasileña hizo llegar el dinero por encargo del PT, en ese momento partido de gobierno de Brasil.

Y la prohibición se justifica y explica porque de darse estaríamos propiciando el avasallamiento foráneo de la voluntad popular. Determinar el voto desde fuera es poner y sacar presidentes como solo podía hacerlo la poderosa constructora brasileña.

Como el monto del aporte supera las 60 UIT estaríamos ante una simple infracción administrativa que se sanciona con una simple multa a la organización política. Ningún problema.

Los Humala Heredia no niegan haber recibido el dinero, niegan haber recibido dinero ilegal. Vivos que nos hacen tontos. Y no puede ser lavado de activos porque no sabían que Odebrecht pagaba sobornos y tampoco que tenía un departamento de operaciones estructuradas para ello. No lo sabían pero tomaron la precaución de no suscribir ningún documento y que las entregas fueran al contado y sin bancarizar, nada para sospechar.

La declaración de Barata debe ser corroborada. No es ningún tonto, puede ampliarla o precisarla para establecer la ruta del dinero. Y bien se sabe que gastar un monto tan elevado deja pistas verificables con instituciones y personas que lo reciben.

La pareja de marras puede aducir que el aporte de campaña de una empresa privada, aunque sea extranjera, no implica problemas pero la percepción de los peruanos es que el financiamiento que recibieron es lesivo a nuestra dignidad. Y que su forma de hacer política no obedece a ningún nacionalismo ni se inspira en la honestidad que haría la diferencia. Es la ingenuidad que pretenden la que define su forma corrupta de hacer política. Y todavía no sabemos de los millones que recibieron de Venezuela a través de Hugo Chávez.

La viveza de los Humala Heredia, que se esmeran en tratarnos como caídos del palto, comienza a condenarlos. Con patriotas así el Perú no necesita enemigos.

 

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