La tierra prometida

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Como patético calificó el columnista del diario The New York Times, Nicholas Kristof, el que algunos políticos de su país hayan mostrado una actitud ambigua ante la crisis humanitaria producida por la guerra en Siria.

Hasta ese día, 10 de setiembre, EEUU solo había admitido a mil 500 refugiados.

De verdad, era vergonzoso, pero unas horas después el presidente Obama anunciaba que en el año fiscal a empezar en octubre, se admitirá a diez mil.

Según el influyente columnista Kristof, si tienes corazón el drama de los refugiados te conmueve, y si tienes cabeza (fría) sabes que acogerlos en Alemania no resolverá el problema.

Tanto Alemania como Austria han abierto sus puertas a los sirios y kurdos, algunos de los cuales llevaban viajando hasta cuatro años, todo el tiempo que va durando la guerra.

Van en busca de alguna tierra prometida, pero mejor si está en Europa del norte.

El jueves 10 se vio en el sitio alemán de noticias Deutsche Welle a un joven sirio tomándose un selfie con la Canciller Angela Merkel, y ella, bien complacida posando con el chico del peinado posmoderno.

De regreso a la columna de Nicholas Kristof en el NYT, la acogida europea no resolverá el tema de fondo, porque cuando vean lo bien que se recibe a los expatriados empezarán a aumentar las oleadas.

El columnista cita al experto en asuntos sirios, Joshua Landis, de la Universidad de Oklahoma, quien describe de modo gráfico el estado de cosas: “De seguir igual, el goteo de refugiados se agrandará hasta hacer metástasis”.

Su recomendación es mejorar las condiciones de vida para los 3.7 millones de refugiados sirios que están en Líbano, Turquía y Jordania.

El Programa Mundial de Alimentos ya llegó al tope de su presupuesto.“Si no los alimentamos allí tendremos que hacerlo en el Oeste”, dice el experto. Por Oeste quieren decir Europa y EEUU.

En el Perú hemos tenido crisis de refugiados internos, y por tanto es interesante ver cómo está reaccionando la opinión pública frente al drama actual, nosotros que hemos convivido años con el terror.

Muchos usuarios de redes sociales minimizaron y hasta criticaron la publicación de la foto que conmocionó al mundo, la del niñito ahogado Aylan Kurdi cuyo cuerpo devolvió el mar de Turquía.

No hay que hacer tanto ruido por esa foto cuando acá tantos niños mueren de frío, fue un comentario recurrente en las redes sociales cuando apareció esa foto demoledora. ¿Es que muchos han perdido la capacidad de sentir emociones?.

El caso es que en el país, cientos de miles de compatriotas fueron un día desplazados por la guerra provocada por Sendero entre los años 80 y 90.

Fueron no menos de medio millón los que debieron huir de los focos del terrorismo, según los testimonios recogidos por la Comisión de la Verdad.

Algunos fueron acogidos por familiares, otros se acomodaron como pudieron en los arenales, cerros y también en zonas intangibles. Allí se instalaron y allí están.

Los refugiados llegan para quedarse, es una lección que sin duda ya conocen también los líderes de Europa, un continente que vivió la mayor parte del tiempo en guerra hasta 1945.

 

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