Llorar sobre la leche derramada

 

El clásico se jugó hace días pero dejó secuelas con lamentos sobre el resultado y la posterior bronca que ensució el partido que Alianza Lima ganó 2-1 a Universitario en el estadio Monumental.

El llanto desde Ate con Pedro Troglio deplorando haber aceptado jugar el clásico con la ausencia de cuatro jugadores convocados a la selección peruana, debilita la euforia aliancista.

La excusa no es oportuna porque Alianza Lima ganó el clásico con la solvencia ofensiva de Luis ‘Cachito’ Ramírez y el golazo de Rinaldo Cruzado, mediocampista que retorna al nivel que se le vio en la selección peruana en la era de Sergio Markarián.

El golazo de Rinaldo Cruzado fue de otro partido. Le pegó con la suficiencia de Nolberto Solano en su mejor momento, potente y colocado ante la estéril estirada de Raúl Fernández.

El arquero crema que está inactivo por la suplencia que acata ante la titularidad de Carlos Cáceda, fue un desastre en el arco crema. Es quien pagó un precio alto por la decisión de Pedro Troglio que lo mandó al sacrificio.

De hecho, Raúl Fernández estaba ya por reaparecer en el arco pero hacerlo en un clásico fue un desacierto y de mucha responsabilidad para un arquero que está fuera de distancia, falto de competitividad.

El clásico tuvo otro componente que influyó en el resultado. Fue la colosal actuación de Leao Butrón. Tiene 40 años, la edad de la astucia y la experiencia. Un arquero que vive su segundo debut en el arco.

Butrón tuvo varias atajadas de mérito pero la mejor respuesta se apreció ante el cabezazo de Jhon Galliquio. Qué manera de reaccionar, estirarse y atrapar el balón sin dar rebote. Está en estado de gracia para suerte de Pablo Bengoechea que tiene un ángel de la guarda en la portería.

Universitario estuvo a tono con el partido. Puso su fútbol que oración repetida reza por despojar del balón al rival y meterlo en su cancha para el daño del gol que resulta con una fórmula que seguramente utilizará Troglio en todo el Apertura.

Lo que llegó después ya no tuvo que ver con el fútbol. Fue una batalla campal que inició el delantero panameño Luis Tejada, un mal perdedor y arrogante para aceptar que su aporte fue insuficiente para el resultado.

Pedro Troglio no tuvo nada que ver con el malgenio del istmeño. El paisano de Diego Maradona se equivocó al aceptar jugar el clásico sin los seleccionados y de paso debió también dejar fuera al panameño.

Luis Tejada recibirá un castigo que no debe bajar de varias fechas. Tendrá suficiente tiempo para la reflexión y no llorar sobre la leche derramada.

 

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