Manos peruanas se elevan y punto

 

El vóley le dio al país un nuevo regalo en memorable agosto que se va en retirada pero deja la clasificación al Mundial de Vóley Sub 18 a realizarse el año entrante en Argentina.

Desde la época de Lucha Fuentes, Norma Velarde, Irma Cordero, Meche González y Ana María Ramírez el vóley se tomó en serio el encargado de arrancarnos una sonrisa en medio de escasos triunfos y muchos sinsabores.

La última olimpiada de Río 2016 fue una actuación peruana sin logros, solo pincelazos de buenos propósitos y logros sentimentales pero nada más. El podio fue negado a los deportistas peruanos.

Sin embargo el vóley en 1988 en la Olimpiada de Seúl obtuvo la medalla de plata con un equipo de lujo de figuras con Gaby Pérez Del Solar, Cecilia Tait, Rosa García, Natalia Málaga, Denisse Fajardo y Cenaida Uribe que en una descocada actuación y febril desempeño tocaron el cielo con los dedos.

Hoy el vóley tiene un nuevo y renovado equipo con una generación integrada por adolescentes de 15 años, niñas apenas que han dejado el juego con muñecas para refrescarse con un logro que sacie en algo el hambre de logros deportivos.

Esta nueva generación viene con envoltura de esperanza con Flavia y Kiara Montes, Claudia Palza, Nicole Johansson, Nayeli Vílchez, Arsha Hidalgo, Ariana Linares y Valeria Takeda. Todavía no son conocidas pero es la base donde pondremos depositar la ilusión de pintar las paredes con los logros pasados.

No está Man Boc Park en la formación ni la conducción del nuevo equipo pero el crecimiento se respalda en las enseñanzas del tozudo entrenador coreano que formó un equipo donde solo el vio que era capaz de sumergirse en las profundidades de un manantial de gloria.

De este modo es necesario respaldar la aparición de un pequeño ejército en el que nadie tiene rango pero los galones se ganan con sacrificio y servicio al país. Es la mejor producción de marca nacional que apareció con parejo potencial y no un colectivo con fisuras con notorias ausencias en determinados puestos.

Este equipo de Flavia Montes y compañía tiene algunos componentes que solventaron su presencia mundialista. El vóley reclama tener buena talla, acá lo hay. Se trata de chicas de 15 años y metro 85. De más está decir que están en pleno desarrollo y podrían llegar encima del metro 90. No es talla del nivel que alcanzan las europeas pero es suficiente para estar en la pelea.

La actitud de estas chicas es para destacarse porque no se doblegan. Luchan y ofrecen pelea en cada punto para nunca dar por perdido el set. En la última batalla se perdió con Brasil pero esa una tarea pendiente.

Llegará el día en que Brasil forme parte de la colección de triunfos de las nuestras. Como ocurrió años atrás y podría ocurrir en el futuro.

 

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