El suboficial Kendiro Antonhy Sánchez conducía su moto de regreso a su unidad. Llevaba a uno de sus colegas y tal recordaba las incidencias del día o a la familia que le esperaba en casa. Cruzaba la transitaba Avenida Túpac Amaru pues la luz verde le daba el pase. Lo último que recordaba después era el terrible golpe y haber perdido el control de su moto. El culpable fue un peatón quien cruzó intempestivamente la calle y murió en el acto. El policía y el colega que lo acompañaba quedaron gravemente heridos.
Decenas de peatones mueren cada año por cruzar las pistas de alta velocidad, a veces a pocos metros de un puente peatonal.Pensaron ahorrar tiempo, pero tomaron una mala decisión la vida se les fue en un santiamén.
Escucho muchas veces quejarse a los taxistas porque siempre se les suele echar la culpa de los atropellos. Pero no se considera que exiusten personas imprudentes, quienes creen que pueden correr más rápido que un auto o por el apuro no se fijan bien y cruzan la pista. “Por eso debemos manejar a la defensiva” repiten los choferes.
Personas ebrias, jóvenes con los audífonos puestos o parejas distraídas suelen ser frecuentes causantes de accidentes. Pero no falta el aparente atleta y hasta la mujer con niños.
Si se trata de un cruce con semáforo pues a esperar el cambio de luz para cruzar seguro. Siempre cruzar por las esquinas y cuando el vehículo que se acerca está a una distancia prudencial. Recuerdo claramente a nuestro colega Lucho Izusqui quien repetía en su programa “•Más vale perder un minuto en la vida que la vida en un minuto”, y a Arturo Burga mi primer jefe quien decía que cuando estamos apurados lo mejor es hacer las cosas con calma.
Para qué arriesgarnos si la vida es tan hermosa ¿No les parece?.