Poco equipaje para tan largo viaje

 

Con Paolo Guerrero y su manoseado traspaso para formar parte de Boca Juniors no es más que un regocijo petardeado por las circunstancias para ser testigos de una importante negociación como parte de un espectáculo de telenovela que en su largona de capítulos insufribles, el peruano no se mueve, finalmente, del Inter de Porto Alegre.

Paolo en medio de los cazadores de talentos para ubicarlo en Boca Juniors, resulta un fichaje insuficiente ante una realidad distinta con lo que ocurre a diario con los jugadores argentinos que zarpan a Europa con jugosas ofertas.

Eso quiere decir que estamos cortos de figuras de nivel internacional. Con Paolo en la ruta de un mejor contrato con el afamado equipo de la Rivera, parece desfachatado que estemos tan pendientes cuando lo realmente importante es ocuparnos que en un universo más amplio, salgan al exterior un mayor número de futbolistas.

No tenemos futbolistas que se vayan a Europa por una razón ya descrita con el problema del pasaporte comunitario que impide que tengamos opciones de estar en las Ligas europeas y en ese escenario aparece México como el aterrizaje obligado para jugar en el exterior.

Encima Christian Cueva es un nefasto aportante a la imagen institucional con sus desplantes y pecados repetidos para caer en comportamientos de chico rebelde al pechar a árbitros y sacar tajada de una perla más a su descocado accionar.

Esta es la razón por la que la selección peruana no es compacta, de poca talla para medirse con rivales de envergadura y ello conduce a una pelea con desventaja. Si llegamos a Rusia 2018 fue en medio de una travesía con turbulencia permanente.

En el camino a Qatar 2022 no será distinto, el equipo peruano no atemoriza y su liviana presencia apenas asustamos para hacerle el juego a Ricardo Gareca que sostiene que podemos perder con el débil y ganarle al más poderoso.

Esa es la irregularidad de nuestro fútbol, No podemos asegurar nada, de pronto ganarle a Brasil en un amistoso pero en eliminatoria el equipo de Tité nos vuela la cabeza.

Por ahí el empate con Argentina para lavarnos la cara de una rancia avalancha de resultados y caer con Venezuela en una eliminatoria que le debemos poner mucho más de lo que hicimos en la clasificación para Rusia 2018.

En el plano local es bastante preocupante la aparición de figuras por lo que único garantizado es que asumamos el proceso a Qatar 2022 con la misma tropa de la anterior eliminatoria.

Es por lo demás recalcar que el nuevo trayecto mundialista será más complicado porque los que se quedaron varados intentarán recuperarse y aparte de ello aparece Venezuela como un litigante capaz de aguarle la fiesta al más pintado.

 

Leave a Reply