Se falló y es deber no volver equivocarse

 

Contra Chile el rendimiento peruano tiene que ser de 10 puntos. Se le reclama siempre y no se acepta menos de ese puntaje para hacerle frente a un rival con historia futbolística.

Este viernes 13 en Santiago la selección peruana tuvo 3 puntos de rendimiento, demasiado escaso y pobre para intentar un mejor resultado. Si el equipo tuvo pobre puntaje, en las individualidades el rendimiento fue descocado, desde Ricardo Gareca hasta el último cambio.

Se equivocó el ‘Tigre’ en colocar a Pedro Aquino en la línea de contención. No se fijó que el problema estaba en poner tanta contención y era necesario contar con un enlace para que Ruidíaz sea más productivo.

Con el ingresó de Christian Cueva  ‘quemó’ un primer cambio en un intento por corregir su error. Ricardo Gareca regaló la primera parte del partido, situación que sacó tajada Reinaldo Rueda. Dos goles de Arturo Vidal arrumó en situación de desesperación al equipo peruano y se resolvió el pleito.

El error de Gareca no fue un detalle aparte, el grueso de desaciertos llegó en combo. Carrillo, Yotún, Trauco, Advíncula y Tapia le dieron un sombrío matiz a lo que se veía llegar.

Desde el inicio del partido, en la parte protocolar, se pudo apreciar en los rostros de los jugadores un miedo escénico, todos desencajados, un terrible preludio para lo que vendría luego.

Así, Carrillo no fue el mismo goleador que pudimos apreciar frente a Paraguay y Brasil. Cuando la ‘Culebra’ se ve acompañado en el desierto de sus posibilidades, no sale de la alcancía para sentirse atrapado. Se le ve opaco, desganado, con un promedio de pases errados como sandías hay una carreta.

Si André Carrillo no está completo en mente y cuerpo y no le funciona nada, lo peor es que el resto se contagia de su estado escabroso. Entonces aparece la necedad de resolver cada uno por su cuenta. El reacomodo se hace estéril, el orden se esfuma y desaparece ese buen fútbol que quisiéramos que no abandone su ADN.

Cierto es que Gareca muy pocas se equivoca, esta vez erró. Le tocó ser villano. Sin embargo no fue él solo. Se desarmó todo el andamiaje de la selección y asoman algunas dudas.

Las tendremos que despejar en el venidero partido ante Argentina, el martes en el estadio Nacional. Para entonces Gareca podrá disponer un mejor planteamiento y podría usar a Lapadula.

El ítalo peruano no jugó mal los pocos minutos que tuvo y con un mejor entendimiento puede mejorarse. Sobretodo entender que estas eliminatorias no será un baile de quince años.

 

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