Sensaciones de un futuro mejor para la bicolor

 

No tenemos mucho en la abundancia pero hay que asumir que el fútbol peruano en sus chapoteos de grandeza arroja sensaciones de tener a Paolo Guerrero como estandarte para ser considerado entre los mejores de Sudamérica.

Conmebol elaboró el once ideal de la última década y puso a Lionel Messi, Sergio Agüero, Neymar y Ángel Di María al lado del capitán de la selección peruana en un equipo de ensueño.

En las últimas semanas las buenas noticias entorno del hijo de doña Peta se suceden y alimentan el optimismo de los peruanos. Es que necesitamos a Paolo para que ayude a la selección peruana a su redención del opaco desempeño en los cuatros partidos iniciales camino a Qatar 2022.

Un punto de doce posibles es inquietante para los analistas. El equipo de Ricardo Gareca mostró pobreza colectiva y los solistas estuvieron desafinados, tal como Cueva, Yotún, Orejas Flores y el propio Advíncula.

Necesitamos revertir el flojo inicio con la suma de puntos en bolsa de mendigo necesitado que nos aleje de los últimos lugares de una eliminatoria tan difícil como treparse al palo encebado.

De hecho Paolo Guerrero con su recuperación y próximo a calzar las botas tras la terrible lesión a los meniscos, aproxima a la selección peruana al bote salvador para mejorar el comienzo de espanto.

Se viene en marzo dos partidos que están en el racimo de posibilidades frente a Bolivia y Venezuela, en La Paz y Lima, respectivamente. Son seis puntos que debemos obligatoriamente sumarlos. No hay siquiera lugar para el empate.

Dicho de ese modo, la actuación peruana debe estar en nueve puntos de desempeño. Es decir una actuación redonda, sin fisuras, compacta en todas sus líneas para que el rival no tenga ninguna chance de ofrecer pelea.

Paolo Guerrero podría tener de compañero de ataque a Gianluca Lapadula. Lo decide Ricardo Gareca. Es una lotería saber sin pueden funcionar en el ataque. Difícil saberlo.

El inconveniente es que tendrán muy poco tiempo para acoplarse, para entenderse y ser convertidos en un solo puño para librarse de un esmerado trabajo en conjunto que lastimosamente no podrán disfrutar.

En la venidera Copa América de mitad de año en Colombia y Argentina de repente podrá el ‘Tigre’ hacer de ambos una cofradía del gol dado que podrá tenerlos cerca de un mes de trabajo.

Son las posibilidades que se manejan de un año decisivo para la bicolor donde no hay que dar pasos en falso, un resbalón y se complica todo. El inicio de la eliminatoria empezó con sabor agrio. Es mejor dejar todo en el pasado y mirar que la clasificación a Qatar 2022 es posible.

Lo bueno es que hay sensaciones de buena voluntad para la selección. Con Cueva con actividad en Arabia Saudita, Pedro Aquino en un club grande México y un deseo enorme de enmendar lo malo que se hizo.

 

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