Todos deben ponerse la camiseta

 

La puja para que el partido de la selección peruana frente a Bolivia el 31 de agosto en el estadio Nacional se convirtió en un culebrón en medio de dos posiciones que afecta y distrae la preparación de la bicolor para el partido de la fecha 15 de las Eliminatorias Rusia 2018.

Es triste comprobar que todo pasa por la falta de tino de las autoridades del IPD que a sabiendas de la proximidad del partido por las Eliminatorias Rusia 2018, comete el desliz de alquilar el escenario a un concierto para el 12 de agosto.

De hecho que el césped del estadio Nacional, de hacerse el espectáculo, quedará tan maltrecho que hará imposible se pueda jugar en un terreno no apto para un partido de alta competencia.

Sin embargo en los escondrijos del contrato la FPF encuentra algo que no puede ocurrir. En una reunión del IPD con Oscar Fernández a la cabeza y por parte de la FPF con Edwin Oviedo, se vio la posibilidad de la existencia de alguna penalidad si el concierto pasa a otro lado.

Una funcionaria del IPD señaló que existe una penalidad de medio millón de dólares para que el concierto se traslade al Monumental de Ate. Una cifra bastante elevada que haría desistir el deseo de que la selección no se mueva del coloso de José Díaz.

La FPF para que la selección peruana tuviera la comodidad de jugar en el mismo escenario donde la bicolor empezó su carrera en las Eliminatorias Rusia 2018n el 2015, convino pagar la cifra estipulada.

La FPF quiso pagar la penalidad pero los abogados que revisaron el contrato encontraron que no había ninguna penalidad y eso lleva a plantearse otras interrogantes sobre quiénes son los que ponen zancadillas a la selección peruana.

Está visto que la selección peruana no tiene solamente adversarios con los diferentes equipos sino rivales escondidos que afectan su tenaz lucha a la clasificación a cuatro fechas para que acabe el proceso.

El criterio más apropiado es que el partido ante Bolivia se realice en el estadio Nacional. Se puede llegar a un acuerdo si hay buenos propósitos de hacer que el césped llegue en buen estado para el partido del 31 de agosto.

Los enemigos de la selección ya salieron de sus agujeros y si bien sabemos que no es momento de criticar si el trabajo de Ricardo Gareca es bueno o malo, el apoyo debe ser sin condenables propósitos de poner piedras a la selección.

 

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