Un buen mundial te pedimos Señor

 

La selección peruana en sus últimos días en Lima antes de partir a jugar el Mundial de Rusia 2018 encandila a la afición que vive, sufre y goza con la  esperanza de que la bicolor armonice con la historia y haga su mejor participación en una Copa del Mundo.

En México 70 se caminó bien hasta que se tropezó con Brasil y el regreso a casa con la satisfacción de haberse hecho el deber. Más no se podía pedir porque ese equipo que nos impidió avanzar se coronara campeón mundial.

Brasil era de otro lote y Perú un equipo rebelde que se atrevió hacerle dos goles a ese Scratch que miraba por encima del hombro y no tuvo más que ejercer su derecho a tener el mejor equipo del mundo con Pelé, Tostao, Gerson y todos los demás que conformaban un sólido bloque.

Luego en el Mundial de Argentina 78 tras un comienzo sublime con el triunfo ante Escocia por 3-1, otro más ante Irán se remachó con el empate ante los holandeses, en ese momento, subcampeones del mundo. Pasamos a la siguiente fase con los elogios de la prensa. Decían que mostramos el mejor mediocampo con Cubillas, Cueto y Velásquez.

De nada valió todo lo logrado con la goleada sufrida ante los argentinos en un resultado que no encaja con lo que Perú tenía. La verdad está todavía flotando sobre lo que realmente ocurrió. ¿Hubo algo turbio? Parece que sí, pero cuando alguien se atreve a decir lo que pasó otros se encargan de desmentirlo.

Lo de España 82 no fue de grata recordación. Fue una actuación para el olvido, la peor que se le recuerde al equipo y la deuda pendiente de mejorar esa amarga actuación.

La espera para sacarse la espina duró 36 años. Se logró clasificar a Rusia 2018 con una actuación cargada de martirio, derrotas desastrosas y triunfosmemorables que engrosaron la fe.

Lo cierto y la realidad es que estamos en Rusia, raspando, pero clasificamos para hacer frente a la mejor y depurada actuación mundialista. Es la tarea, en eso estamos.

El hecho es que a Ricardo Gareca los peruanos le hemos firmado un cheque en blanco. Una inusual manera de darle a alguien toda nuestra ilusión pese a que la atmosfera insalubre nos recuerda  que los equipos peruanos hayan desbarrado en la Copa Libertadores o que a Edwin Oviedo reciba un aluvión de críticas por la carta que envió al Tribunal Federal Suizo pidiendo la medida cautelar para que Paolo Guerrero pueda jugar la Copa del Mundo.

De todo hay, pero encima de tantos sinsabores en esta feria de propósitos, buenos y malos, falta la voz de Daniel Peredo para que nos haga estremecer con sus relatos a los peruanos. Nada es completo, pero encima de todo, esperamos un buen mundial. Así sea.

 

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