Una bola de Cristal

 

Cuando el periodista Pedro Canelo de “El Comercio” le preguntó a Joel Raffo, socio fundador de Innova Sports y uno de los nuevos propietarios del club Sporting Cristal cuánto les costó esa venta, le respondió con cuatro palabras: “No puedo precisar eso” para enseguida añadirle con cierta ironía: “Sigan especulando nomás (cifras), me divierte la especulación”. Canelo, incisivo, le volvió a preguntar: ¿No cree usted que el club vale más de cinco millones de dólares? Raffo esta vez utilizó dos palabras y cerró la entrevista: “Sin  comentarios”. No era de extrañar, entonces, que la mañana del pasado viernes 25 de septiembre algunos los diarios capitalinos, especialmente los deportivos, abrieron su primera página con la venta de Sporting Cristal. Noticia que, por supuesto, se había conocido muchísimas horas antes a través del mundo digital.  Nunca se habló de montos pero tanto los medios de prensa escrita como los noticieros televisivos y radiales dieron una cifra redonda: 5 millones de dólares. Que no ha sido desmentida hasta hoy. Lo de la venta del club rimense de más de medio siglo de existencia (se fundó el 13/12/1955) prácticamente era esperada casi como el canto del gallo al amanecer. Lo que sí sorprendió fue el monto de la transacción al extremo, por ejemplo, que el director del diario “Todo Sport”, Fernando Jiménez aún incrédulo tituló su carátula con una interrogación ¿Cinco millones de dólares? Y hasta el propio Francisco Lombardi, presidente del club rimense en dos periodos (1994-1997 año del subcampeonato de la Copa Libertadores con Sergio Markarián como entrenador) mostró su preocupación por lo que irá a pasar de aquí para adelante con su club.

Y la serie de dudas y especulaciones -especialmente de los hinchas del club del viejo distrito limeño del Rímac- no han dejado de mirar con recelo esta situación y hoy esperan con impaciencia los pasos que se den y que en la institución del viejo distrito limeño del Rímac o no vea subir y desparramarse como la espuma ese producto cervecero en un vaso de cristal. Fue tal el impacto de esa transacción económica que Raffo y personas muy allegadas a él salieron al frente para aclarar una serie de situaciones no muy claras que iban desde el cambio de nombre y hasta el color celeste de la camiseta. Nada está en riesgo, fue la frase rotunda de Raffo, que la cerró con “no permitiré que esto ocurra en el futuro del club”… Y más en confianza ante los micrófonos de RPP lanzó casi una proclama a los hinchas que, es evidente decirlo, han crecido dado los éxitos deportivos alcanzados en estos últimos 20 años: hasta el año pasado tenía sumados 19 títulos, cifra impresionante por cierto. “Quiero empezar diciendo a los hinchas que para Innova Sports es una gran responsabilidad, que venimos trabajando en este rubro por varios años y que Cristal será nuestro principal proyecto. Este es un club con casi 60 años de historia y que carga mucho simbolismo y, por tanto, tenemos la misión de desarrollar toda nuestra capacidad para mantenerla como institución modelo en este país”.

Ese ímpetu que le dio a sus declaraciones lo llevó a decir: “Nuestra consigna es situar bien a esta institución en el contexto continental. Venimos a generar un valor, venimos a invertir…” para continuar hablando de proyectos que encontraron en la institución y que respetarán al máximo y hasta no descartó que en el nuevo directorio figuren ex directivos donde algunos de ellos intentaron adquirir los derechos que Innova Sports finalmente logró. Y fue más allá cuando trató campo de La Florida y del Estadio “Alberto Gallardo” que es propiedad del Instituto Peruano del Deporte, Sobre este último dijo que buscarán asegurar su propiedad, hoy cedido al club a través de un convenio en sesión de uso. Como todo empresario negociador cerró con el clásico anuncio de que “siendo Sporting Cristal el  principal proyecto de nuestra empresa  les puedo anunciar que en las próximas semanas vendrán novedades ()… con   medidas que servirán de transparencia porque nuestra única intención es cuidar los intereses de un club que tiene tanto arraigo”.

Pasados esos días de euforia de ser dueños de un club grande de nuestro fútbol, Raffo llegó a declararle al diario “Gestión” de lo que  hoy piensan imprimirle al club marcando, eso sí, una distancia de lo que hacía Backus, su anterior dueño ¿Y cómo así? Raffo lo dijo: Vamos a darle continuidad y también el soporte que la gerencia necesita. No a control remoto, sin ninguna crítica, como se hacía antes, porque Backus no se dedicaba al negocio del fútbol o a un proyecto como el fútbol. Ahí hay gran diferencia: darle atención y soporte permanente de las necesidades y explotar esas capacidades que tiene el club para que pueda sostenerse de forma independiente, autónoma y sostenible en el tiempo”. Más claro, ni el agua.

Eso sí, el objetivo a mediano plazo, según explicó Raffo, es “asegurar” la propiedad del estadio Alberto Gallardo que le pertenece al Instituto Peruano del Deporte (IPD) y que tiene un convenio de sesión en uso, para potenciar ingresos económicos a partir de la fidelización de los hinchas. “Un Club moderno tiene que tener propiedades modernas, instalaciones acordes a lo que se quiere lograr y acorde a como se quiere posicionar y vamos a tener que trabajar en eso. El estadio  por su propio nombre, está muy vinculado al club y a mediano plazo el objetivo es asegurar esa propiedad y potenciarla para que la experiencia del hincha sea agradable”, señaló.

Volviendo con ‘Pancho’ me comentó algunos días después de esa noticia que él, particularmente, esperaba que otros anuncios y hechos se irán a producir de parte de los nuevos dueños “porque espero antes cómo se desarrollarán las circunstancias que vive hoy el club donde es evidente que los antiguos dirigentes de base pudieron tener un mayor eco en la situación final; preocupa a lo que se llegó con  nuevos dueños de una aparente posición económica y veremos qué van a hacer”. Todo hoy es una bola de cristal sobre lo que vendrá. Indicó que al quedar Backus fuera de todo apoyo económico que le daba al club “a partir de ahora se precisarán de varias cosas internamente mirando el futuro dadas las condiciones de la venta realizada y donde, es evidente, aparecerán dificultades por la propia capacidad económica de sostener a un club profesional de la capacidad de Sporting Cristal y, ante esos costos, se necesitará tener la espalda grande para resistir al máximo y llevarlo con una dirección manejable”.

Agregó Lombardi que así como Backus ha reducido sus costos al alejarse del club y no seguir invirtiendo en el fútbol de una manera sustancial, hoy a sus nuevos dueños le toca enfrentar este nuevo reto considerando, por ejemplo, el caso puntual de dos ex jugadores suyos: el uruguayo Gabriel Costa (hoy en Colo Colo de Chile) y Pedro Aquino (León  de México). Aclaró que no era habitual que el club dependiera de contrataciones foráneas en sus filas para mantener su presupuesto anual de planillas pero que sin embargo, a la hora de ver cifras significaron un fuerte apoyo económico al club. “Eso cambió: no va a ver más ventas”, dijo mirando al actual plantel del club este año que ya se termina.

 

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