Libertad de expresión: 2,308 periodistas han sido asesinados desde 1990

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Durante los pasados 26 años, un total de 2 mil 308 periodistas han sido asesinados en el mundo, víctimas de sicarios del crimen organizado, del fuego cruzado en zonas de guerra, por afectar intereses de líderes gubernamentales o víctimas de grupos terroristas. Esto, según cifras recopiladas por la Federación Internacional de Periodistas (FIP), Reporteros Sin Fronteras (RSF), Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW).

La Federación Internacional de Periodistas reportó en abril pasado, que desde 1990, cuando empezó con el registro de comunicadores asesinados y que cifró en 40 en ese año, el número aumentó y desde el 2010 la cantidad de asesinatos no baja de 100.

El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, dijo a medios internacionales que el peor año que se vivió fue en 2006, cuando se registraron 155 muertes de periodistas, seguido del 2009, cuando perecieron 135 comunicadores.

De los más de 2 mil 300 comunicadores asesinados desde 1990 a la fecha, la lista la encabeza Irak, con 309, seguido por Filipinas con 146 y México con 131.

Amnistía Internacional y HRW, que apoyan sus números en informes de la FIP y RSF, revelan que en lo que va del 2016 al menos 48 periodistas han sido asesinados y según el recuento, Argelia registró 1; Arabia Saudita 8; Azerbaiyán 4; Bahréin 5; China 84; Egipto 1; Emiratos Árabes 2; Irán 15; Laos 1; Libia 1, México 11; Omán 1; Palestina 1; Siria 17; Tailandia 1; Turquía 1; Ucrania 1, Vietnam 15.

El reporte indica también que 16 traductores o colaboradores de periodistas en zonas de conflicto fueron asesinados en este año en Afganistán 7, Siria 5, Turquía 2 y Honduras 1.

Asimismo, hay un registro de 169 comunicadores encarcelados y acusados de delitos infundados, cuando su única imputación es haber informado sobre actos de corrupción gubernamental, por vínculos con narcotraficantes o por no comulgar con el régimen. La lista la encabeza Arabia Saudita con 2; Azerbaiyán 9; Bahréin 10; Bangladesh 1; Birmania 4; Camerún 1; China 24; Corea del Norte 1; Cuba 2; Egipto 26; Eritrea 15; Gambia 1; India 1; Irán 19; Israel 1; Kazajistán 1; Kuwait 1; Laos1; Libia 1; Marruecos1; Omán 1; Uzbekistán 9; RDC 1; Rusia 3; Somalia 1; Sudán 1; Sudan del Sur 2; Siria 9; Tailandia 2; Turkmenistán 1; Turquía 8 y Ucrania 1.

En el caso de los internautas que han desafiado a los gobiernos y denunciado sus corruptelas hay 159 personas encarceladas.

En lo que respecta a la Ley Mordaza, con la que se busca silenciar a los medios para ocultar arbitrariedades, fraudes o actividades ilícitas de gobiernos y líderes políticos, no podían quedar excluidos Venezuela, Nicaragua y Turquía.

En Venezuela la crisis económica y social que vive este país al mando de Nicolás Maduro ha obligado a su gobierno a meter mano dura contra los medios de comunicación, a los que mediante represión les ha obligado a callar para no exhibir la quiebra del gobierno y que tiene al borde del abismo a los venezolanos. Periódicos y revistas se han visto limitados a sacar sus publicaciones diarias o semanales por falta de materia prima como papel y tintas, además de los constantes recortes en la energía eléctrica. Las televisoras y radiodifusoras locales se ven atadas de manos y prefieren no denunciar la crisis que se vive, ya que está la advertencia de la pérdida de concesiones.

En Nicaragua el panorama es similar, aunque aquí el gobierno del presidente Daniel Ortega manipula decenas de periódicos, revistas, radiodifusoras y la televisión estatal, por lo que las noticias en contra de su régimen sólo se conocen por valientes internautas que exhiben videos y fotos de la represión gubernamental.

Pero el caso que acapara los reflectores es el que surgió a partir del fallido golpe de estado en Turquía el pasado 15 de julio contra el presidente Recep Tayyip Erdogan. El mandatario, que acusa a funcionarios de su administración y políticos de traidores a la patria por apoyar la asonada que encabezó un pequeño grupo militar, no sólo ordenó encarcelar a todos los rebeldes, sino que por decreto, expropió y cerró 102 medios de comunicación que según Erdogan, formaron parte de la rebelión.

De acuerdo con Reporteros Sin Fronteras, la orden del presidente turco se cumplió el pasado 27 de julio con el cierre de los 102 medios, de ellos 45 periódicos que fueron expropiados, 16 canales de televisión, 23 emisoras de radio, tres agencias de noticias y 15 revistas, además de 29 editoriales.

En el caso de los periodistas, activistas locales han denunciado que el gobierno ordenó el arresto de 42 comunicadores acusados de participar en la asonada, además de que al menos una veintena de comunicadores están desaparecidos sin que hasta el momento se tengan noticias de ellos.