Alianza Lima logró el título del Torneo Apertura entre racimos de bienaventuranza de la parroquia victoriana y las arcadas de sus adversarios que no toleran que el equipo blanquiazul haya llegado a comerse la frutilla del campeonato.
Siempre será lo mismo. No se podrá contentar a todos. Lo cierto es que el pueblo aliancista celebró y festejó el campeonato. El once blanquiazul tiene un comprobado ejército de seguidores en todo el país.
Ahora bien, pasada las horas de euforia cabe preguntarse ¿de qué le sirve a Alianza Lima haber ganado el Torneo Apertura?.
La clasificación a la Copa Libertadores para la fase de grupos es uno de los premios que otorga el Torneo Apertura. De acuerdo a las bases, lo mejor es que Alianza Lima a fin de año tiene un cupo ganado para disputar el título nacional.
Suena bien para los intereses de los blanquiazules. Es tal vez que este cupo logrado por los aliancistas provoca una desazón en los adversarios que se dan golpes de pecho no haber ganado el título.
Alianza Lima tiene otro cuestionamiento y se refiere a su estilo de juego despojado de la magia aliancista de antaño pero a cambio es un equipo mordedor y de una actitud no apreciado en el pasado.
Alianza Lima no brilla por su juego bonito pero ante la exigencia de ganar algo se innova para aparecer como un equipo sólido en el arco con la presencia de Leao Butrón y una zaga a veces distraída pero cumplidora. Aldair Fuentes, Miguel Araujo y Gonzalo Godoy muestran altibajos pero batallan para que su valla no se vea comprometida.
El mediocampo aliancista con Rinaldo Cruzado y ‘Cachito’ Ramírez está lejos de tener un acercamiento a Cubillas y Cueto pero tampoco desentonan y hacen su mejor esfuerzo.
La presencia de Lionard Pajoy, Luis Aguiar y Germán Pacheco al que se agrega Kevin Quevedo, dan consistencia al ataque y cumplen con su tarea de anotar los goles necesarios.
El técnico Pablo Bengoechea no va a cambiar el estilo. Es su sello y lo ha sabido imponer. Lo resultados le dan la razón. Alianza gana con solvencia pero también con angustia.
La mejor evidencia fue el partido contra San Martín por 3-2, un resultado clave de otros que se registraron como el clásico ganado a Universitario y el buen triunfo ante Unión Comercio.
La valoración aliancista pasa la por la prueba de su suficiencia y acaso en el camino del Torneo Clausura ganará con holgura y también sufrirá. Es el designio aliancista para el último tramo del Descentralizado 2017.