La pobre actuación de Alianza Lima ante Atlético Nacional refleja un anticipo de lo que le espera al elenco blanquiazul este año en la Copa Libertadores. La desconfianza que genera por su pasado nefasto, no guarda relación con un final feliz.
El propio equipo se desquicia y su caso debe ser tratado en una junta de entendidos que puedan desenredar la interna de un equipo que este año se reforzó con jugadores etiquetados en el perfil requerido, pero con la goleada en la Noche Verdolaga hay suficiente munición para fusilar a los que presumiblemente tengan culpa de las contrataciones.
El nivel de Alianza Lima fuera de las fronteras peruanas tiene historial de terror con pálidas actuaciones que podría ser figurita repetida en este año en que el contagio de malos resultados contamina al resto.
El domingo 15 de enero será un día de ingrato recordatorio. Alianza Lima perdió 3-0 ante Atlético Nacional, Universitario cayó 3-2 ante Ñublense y FBC Melgar sucumbió 1-0 con Deportivo Pasto en la Tarde Rojinegra. Solamente Sporting Cristal lavó la cara al fútbol peruano al imponerse 2-1 a Deportes Tolima.
Y si el bicampeón se metió tremendo tropezón se deduce a que el exceso de jugadores que pasan los 30 años puede que sea la clave para encontrar una respuesta a mano.
Se dice que el futbolista peruano es técnicamente exquisito, pero descuidan la otra parte de la contundencia física que se aprecia en otros escenarios, especialmente de Europa.
José Bellina, director deportivo de Alianza Lima, señalaba en conferencia de prensa que el promedio de edad de este año había mejorado con una media de 25 años, pero con la llegada de Carlos Zambrano se disparó en contra.
Así, Alianza Lima agrupa muy pocos jóvenes como Jairo Concha, Yordy Vílchez y Ángelo Campos. Muy poco para que el equipo que maneja Chicho Salas tenga una fachada juvenil.
Otra cosa apreciada en el estadio Atanasio Girardot fue el pésimo comportamiento de la defensa. Una coladera la zona que sirve de parachoques para frenar la ofensiva rival.
Yordy Vílchez falló clamorosamente en el primer gol. Se dejó arrebatar el balón que solamente un novato puede cometer. Ángelo Campos generalmente seguro de manos, esta vez mostró manos de gelatina en uno de los goles cafeteros.
Y lo más lapidante fue que Pablo Autuori enterado que el equipo íntimo se movía con lentitud mandó a sus juveniles y encontró la solución para pintarle la cara al bicampeón peruano.
Ahora queda cómo hará Alianza Lima para recuperar la confianza a puertas de enfrentar a Atlético Grau por la Liga 1 en partido programado para jugarse a la 1 de la tarde en calurosa Piura. Será el punto de ebullición donde puede que quede carbonizada todas las buenas intenciones.