Es lo que creo, es lo que pienso

 

Desde hace años atrás, las organizaciones de los trabajadores/as han expresado su preocupación por la crisis social y económica que les afecta, también desde mucho antes. Pese al tiempo transcurrido no se ha abierto solución, porque desde el punto de vista político no ha logrado amalgamarse una respuesta que responda a esta realidad.

Pero ahora estamos en las vísperas del día del trabajo. Fecha importante por todo lo que significa el sacrificio de quienes a lo largo de muchas décadas han expresado sus ideas y otros han llegado al sacrificio, con el propósito noble de equilibrar la balanza del entendimiento entre el capital y el trabajo. ¿Egoísmo por un lado? ¿Exceso de las demandas, por otro? En forma personal pienso que la persona humana con poder político y, consiguientemente, poder económico mantiene la pretensión de imponer sus prejuicios, olvidando que el trabajador/ra es, igualmente, un ser humano que tiene derecho a vivir con dignidad.

Mucha agua ha corrido por el río, como dirían las generaciones antiguas y ahora muchos aluviones están cayendo sobre mojado, diría, sobre las espaldas de quienes viven solamente de su trabajo y no de la especulación que se hace con el dinero, logrado a expensas de los/las trabajadores.

Se dirá que está demás reflexionar sobre el particular y no es así. Al contrario hay que realizar los esfuerzos de estudio, de análisis, de discusión crítica para tratar de discernir, desde el punto de vista de la clase trabajadora, la naturaleza, las causas, la profundidad y el alcance de la crisis actual.

No me permito decir feliz día del trabajo, porque estoy insatisfecho con lo que yo propiamente he podido realizar o con lo que otros teniendo poder suficiente, razonadamente, han debido efectuar. Es lo que creo, es lo que pienso.

 

Leave a Reply