En nuestro precario fútbol son escasas las satisfacciones que provoque algún regocijo como el que logra Juan Máximo Reynoso en México como entrenador del Cruz Azul.
La suma de once partidos con muelas de hambre sin saciar ha permitido que el ‘Cabezón’ ingrese a la historia del club cementero con un acopio de triunfos nunca antes registrado, con 990 minutos sin dejar de sonreír.
Es para sentir orgullo por el paisano que triunfa, que señala el nuevo derrotero a emular haciendo un ejercicio de eficiencia que ya tiene un sabor a leyenda en la Liga MX.
Juan Reynoso desde que estuvo en Bolognesi y Melgar, mostró su capacidad de encontrar la forma de someter al rival con un fútbol mordedor, frontal y moderno. Con la velocidad que reclama a sus dirigidos para llegar al gol de manera limpia sea con el torrente grupal o la respuesta de las individualidades como sucedió en el último triunfo fuera de casa.
Ni Juan Carlos Oblitas que dirigió a Liga Universitaria de Ecuador, el éxito de Marcos Calderón para el logro mundialista con la selección peruana en Argentina 78 o Lucho Roth que trascendió en el fútbol alemán, lograron escalar la empinada cima de los gananciosos con podio incluido.
Juan Máximo Reynoso es un torero que en la plaza de un coso monumental corta orejas, patas y rabo.
Lo hecho en Cruz Azul no es casualidad, sabe de lo que se trata ante las embestidas de las fieras de la Liga MX. Con todos pudo, para una trepada singular que los propios mexicanos admiran.
En inicio de temporada cuando se produce la vacancia para tomar las riendas del Cruz Azul, el peruano ocupaba el último lugar de la baraja. Había otros de mayor renombre. Hugo Sánchez, la ex estrella del Real Madrid tenía el cartón lleno con las mejores posibilidades.
Todos fueron descartados y apareció Juan Máximo Reynoso como el elegido sin consenso para hacer el papel con afinidad sentimental. Es que en su época de jugador ya estaba enchapado de su amor por Cruz Azul.
Aquel DT, el último de los elegidos, es el primero que ofrece tantas satisfacciones en el equipo de la ‘máquina’. Ya está en la cresta de la ola y quiere el título del fútbol mexicano. Todos los caminos conducen a ese logro.
Lo que es mejor, terminado el periodo de Ricardo Gareca con la selección peruana, Juan Reynoso tiene sitio para ser el siguiente entrenador de la bicolor. Es algo que le pertenece, por sapiencia y logro.
Hasta hace poco no había definido quien sería el sucesor del ‘Tigre’, pero ya hay una señal clara para llenar ese puesto para un peruano que nadie podrá negarle el derecho a ser el conduzca al equipo en el futuro.