Un momento de furia, la explosión de la frustración de verse superados en su propia cancha, el cúmulo arrastrado tras la eliminación estrepitosa en la Copa Libertadores y perder la final del Torneo del Inca, la falta de equidad arbitral al no haber expulsado también a Edwin Retamoso por irse a las manos con Gabriel Costa (el informe de Ramón Blanco volvió a blanquear la agresión del volante de Real Garcilaso, dejando sombras de duda y evidenciando la nula autocrítica del referí), NADA ES EXCUSA para las agresiones cometidas por los jugadores de Alianza Lima, todos bien y merecidamente expulsados.
Ahora se puede empezar a debatir si las fechas sancionadas son justas, equivalentes con los castigos a otros futbolistas de equipos no tan llamativos como Alianza Lima (lo resumimos, no se mide con la misma vara y eso es inapelable, quizás todos deberían recibir la misma cantidad de fechas que los aliancistas o se está exagerando para perjudicar a un equipo que ya antes ha sido objeto de “ejemplares” castigos que no repetían en otras tiendas), como sea, la irresponsabilidad de deportistas profesionales debe ser castigada y aunque sea con saña contra los victorianos, ya Pablo Miguez, Christian Cueva, Marcos Miers y Costa deberían saber que tienen que cuidarse, si se puede “castigar drásticamente” a un blanquiazul los señoritos del arbitraje peruano lo van a hacer sin disimular la sonrisa. No hay que darles motivo.
Hoy, Ramón Blanco es algo así como un héroe para los referís peruanos, seguro salen esta fecha seis con politos de ¡Buena Ramón Blanco!, claro con tal cantidad de horrores cometidos continuamente, de sospechosos cobros en los partidos, los jueces peruanos se cuelgan de la noticia que medios informativos que pintan de crema y celeste sus titulares hoy disfrutan y dan eco. Justamente, uno de esos periódicos emparentado con el dueño del monopolio mediático bien conocido del Perú tituló en primera plana que el uruguayo “Costavv” había sido expulsado. Tanta fue la emoción de los editores de este diario que no se percataron de semejante error, yo les sacaría TARJETA ROJA sin dudarlo.
Entre los elogios recibidos por Ramón Blanco me llamó poderosamente la atención una felicitación de la propia Asociación Profesional de Árbitros de Fútbol (AFAP), que el mismo domingo 17 de mayo le celebraron las expulsiones. Yo también felicito, no sólo a Blanco por haber sacado las tarjetas necesarias (ya lo del informe donde da cuenta con pelos y señales y palabra tras palabra de los mensajitos a su señora madre, de cómo casi le pegan, de Sanguinetti diciéndole “te espero a la salida”, en fin… ahí si me reservó la felicitación). Pero felicitó a la AFAP porque parecen que han decidido abrirse a la prensa, es seguro que así como hicieron públicos los espaldarazos a su miembro, también van a ser equitativos al subrayar los yerros cometidos, así como difundir categóricamente las sanciones asumidas (llámese “congeladora” como se acostumbra en el argot futbolístico).
Se hace necesario que el árbitro sume a su arsenal de adelantos tecnológicos, como el famoso spray para marcar la posición del ejecutor de tiros libres, o el audífono y micrófono para coordinar con los jueces de línea, una grabadora. No es que nos guste escuchar como por ejemplo Pablo Miguez se cansó de mentarle la madre al Sr. Blanco (según su propio informe) sino que para transparencia de los juicios uno debería poder corroborarlos. Vamos, árbitros del primer mundo han escrito hasta libros contando todas sus trampas, y sabemos que el Perú no es “el país de las maravillas”. Yo encuentro, por poner un ejemplo claro, que a tal cantidad de errores impunes cometidos por los “ex hombres de negro” se pueden concluir una de dos cosas, o son soberanamente ineficientes (por no decir otra cosa) o responden a otro tipo de motivaciones. Claro la FIFA tampoco quiere ni revisar el tema, el “error humano” les ha permitido más de una vez mover las fichas para que, por poner un caso, nunca falte una las selecciones animadoras del show al Mundial.
Hace muy poco, la comisión de justicia de la CONMEBOL se pintó de cuerpo entero al sancionar con algodones al Boca Juniors tras los graves acontecimientos de hace una semana en La Bombonera. Se conoció que la “madre del cordero” era no dejar fuera de las futuras ediciones de la Copa Libertadores ni de la Copa Sudamericana al cuadro xeneize. Todo por temor a no percibir el mismo ingreso económico de las televisoras y publicidad. Ahora, en represalia y siempre buscando perjudicar a América Latina, la FIFA nos quiere sacar el cupo de repechaje a las Copas del Mundo, seguro para dárselo a alguna selección europea. GRACIAS ARGENTINA.
Para cerrar, reiterar algunos conceptos. Fuera de lo drástico de las sanciones a los aliancistas, estas fueron merecidas (incluso las de Jean Deza y Miguel Araujo, muchachos hasta las palomilladas hay que saber hacerlas). Ramón Blanco hizo un buen arbitraje salvo la omisión de expulsar a Retamoso. Lo de los insultos es otra cosa, me gustarían pruebas, pero sólo vale la palabra del referí, los agravios como concha su m… son muy usados en el Perú, no tanto en Uruguay o Paraguay (en esos países insultan a la madre con otras palabras, como p… la madre que te parió), en fin es un tema de nunca acabar, como también lo es la equidad de los castigos a jugadores de otros clubes. Vivimos en el Perú y la corrupción pulula por todos lados. (Foto: La República)