La locura electoral de Perú, retratada en libro del periodista Diego Salazar

 

Fernando Gimeno/ EFE

La extrema polarización y tensión política vivida en Perú durante sus últimas elecciones, con un país dividido en dos mitades hasta ahora irreconciliables y unos medios de comunicación que renunciaron a la imparcialidad, ha quedado recogida en el libro “¿Ahora qué?”, del periodista peruano Diego Salazar.

El libro, editado por Penguin Random House, compila los artículos de opinión publicados por Salazar en medios internacionales como el Washington Post, El País y El Diario.es, en los que, a modo de bitácora, narra de manera cronológica las situaciones insólitas e irracionales que marcaron la campaña electoral peruana.

Salazar analiza con estupor la vorágine de acontecimientos desde el prisma de un observador externo, ya que como residente en México, tiene una perspectiva general del campo de batalla electoral de Perú, y a la vez cuenta con información valiosa de los actores inmersos para tratar de entender qué es lo que está ocurriendo.

Los textos comienzan con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales entre el izquierdista Pedro Castillo y la derechista Keiko Fujimori, hasta que la victoria por la mínima del primero llevó a la hija del presidente Alberto Fujimori (1990-2000) a lanzarse en una cruzada para denunciar sin pruebas un fraude electoral.

“Leído a la distancia y con la intensidad que todos los peruanos seguimos la campaña, el libro tiene el valor de dejar registro de un momento particularmente álgido y turbulento del que creo que seguiremos hablando durante mucho tiempo”, dijo Salazar en declaraciones a Efe.

“Cualquiera que sea un poco honesto consigo mismo y mantenga un poco de distancia y perspectiva, sabe que seguimos con esa polarización extrema que vivimos en la campaña, más allá de las múltiples crisis que este gobierno se genera a sí mismo”, apuntó.

A Salazar aún le sigue causando sorpresa cómo muchos actores políticos se alinearon tan rápidamente ante dos opciones extremas.

DECEPCIONADO CON VARGAS LLOSA

Por un lado, estaba Fujimori, que afronta una acusación fiscal de más de 30 años de cárcel por presunto lavado de dinero y que además reivindica el legado de su padre, condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad y corrupción.

Y al frente estaba Castillo, un desconocido líder sindical del magisterio peruano, candidato de un partido marxista, cuyo líder, Vladimir Cerrón, es un médico formado políticamente en Cuba que frecuentemente elogia al régimen chavista de Venezuela y al castrismo cubano.

En ese alineamiento hay un protagonista transversal en los textos de Salazar, que es el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, del que el periodista peruano se siente “decepcionado” por haber apoyado sin justificación a Fujimori, una candidata de la que en elecciones pasadas llegó a asegurar que representaba lo peor.

“No puedes pasar de decir que no votarías nunca jamás por Fujimori porque representa una traición máxima al país, y luego hacer lo opuesto sin explicarte de una manera suficiente”, lamentó Salazar.

“A eso le sumamos haber defendido la teoría de un supuesto fraude, que no ha sido capaz de ser probado por nadie, y parapetarte en esa defensa sin mayor argumento, confesando él mismo que no tiene mayor información ni datos porque no vive en Perú. Yo tampoco vivo en Perú, pero trato de mantenerme informado”, apostilló.

En ese sentido, Salazar reflexiona cómo las familias Fujimori y Vargas Llosa han sido dos piedras angulares de la política peruana en los últimos 30 años, ya sea tanto como enemigas como ahora amistadas en un mismo bando contra la izquierda.

MEDIOS EN MODO PROPAGANDA

En el libro también ocupa un espacio central la desigual cobertura que algunos medios nacionales de Perú, especialmente los diarios impresos y los canales de televisión de mayor audiencia, dieron a la campaña electoral, con una clara inclinación hacia Fujimori y un tratamiento hostil hacia Castillo.

“Fueron poco honestos y sencillamente traicionaron la confianza de sus audiencias. Cuando te conviertes en el mecanismo de propaganda de una campaña electoral en desmedro de otra, estás siendo poco honesto y traicionado a tu audiencia”, señaló Salazar.

“Esto no quiere decir que un medio no pueda tener una posición sobre uno u otro candidato, pero no se puede hacer traicionando a la audiencia, y eso fue lo que hizo la mayoría de ellos, además de mentir de manera abierta en muchos casos”, añadió.

Por eso, el título de “¿Ahora qué?” no solo es en referencia a las constantes crisis en el campo político peruano, sino también una pregunta retórica de difícil respuesta sobre cómo salir de este círculo vicioso, un “entrampamiento” político en el que está Perú desde las elecciones de 2016 y que le ha llevado a tener cinco presidentes en cinco años y tres parlamentos.

“No veo que de uno u otro lado se esté intentando bajar la confrontación. No veo que haya un alineamiento de intereses entre el Ejecutivo y el Congreso. Lo primero que sacan a relucir es el tema de la vacancia (destitución del presidente). ¿Cómo sales de eso? ¿Qué es lo que hace falta? Yo la verdad que no lo veo”, concluyó.

EFE

 

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