Las FARC se van y narco imperio contraataca

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Ante la inminente dejación de armas de las desmovilizadas FARC, el pseudo guerrillero, Dairo Antonio Úsuga (a) “Otoniel”,  capo  del Clan del Golfo, contraataca para tomar los “territorios liberados” y afianzarse como el principal abastecedor continental de la cocaína.

Siguiendo el macabro libreto que dejó Pablo Escobar Gaviria (a) “El Patrón  del Mal”,  su objetivo descubierto por los servicios de inteligencia es poner en marcha una feroz contraofensiva de terror y muerte, especialmente contra los efectivos policiales, que empezó con un siniestro ensayo denominado “Plan Pistola” y que ahora intenta extender en toda su espeluznante dimensión,

El siniestro plan fue puesto al descubierto la media noche del pasado viernes 19 de mayo cuando , de acuerdo a la versión de La Semana.com, advirtieron  que un oficial detuvo horas antes  a un delincuente al que le encontraron fotos, direcciones y datos personales de los uniformados que enfrentan a los narcos.

“La vuelta grande ya está lista, no es sino ejecutarla” alertó el oficial quien precisó que los “blancos” son aquellos que han perseguido y capturado a los sicarios y lugartenientes de esa organización criminal. Es decir, el mismo plan de Pablo Escobar en los meses que precedieron a su muerte.

Asimismo difundió un segundo audio corresponde a un ataque en Bogotá en la noche del viernes. “Yo me tire al suelo. Las balas le impactaron al carro. Estaba en un procedimiento y se me acercó como a diez metros y  me disparó. Pero apenas que yo vi que me estaba disparando emprendí la persecución informándole a la central por la Cali por la 66 y lo perdí…estaba sola. Había inmovilizado una motocicleta, le había entregado el comparendo y me retiré…”.

El ataque había sido perpetrado por uno de los sicarios del Clan del Golfo.

El que ocurrieran estos atentados en forma casi simultánea en las dos principales del país, Bogotá y Medellín, evidencia que la ofensiva mafiosa del Clan busca llegar a ciudades en donde estos asesinatos a sangre fría puede tener mayor impacto mediático  revela el semanario colombiano.

Plan Pistola en el Urabá

El Urabá es la zona en la que el Clan del Golfo tiene más poderío, pues es allí donde nació y donde se ha fortalecido, al punto que más de una vez ha paralizado la región con paros armados.

Periodistas de El Espectador hablaron  con el comandante de la Policía de esta convulsionada región, , coronel Luis Eduardo Soler, quien ha estado al frente de regiones complejas en materia de orden público como Cauca y Tumaco (Nariño).

 Sobre el mencionado “plan pistola” , como señalamos en un informe anterior, que  tiene a los policías de todo el país preocupados y hasta asustados, explicó que en el Clan del Golfo se vive una purga para identificar quiénes están dando información a las autoridades y que, al igual que en su momento lo hizo Pablo Escobar, los “planes pistola” se emprenden cuando los grupos ilegales se ven rodeados.

En las últimas semanas, al Clan del Golfo se le ha capturado y neutralizado a varios de sus líderes. Cayeron alias Bigotes, el Indio y Pablito, quienes formaban parte de la cúpula.

 Además de esas capturas, se les decomisaron 38 fusiles que recién habían adquirido, se destruyeron dos de los laboratorios de droga más importantes que tenían y más de mil kilogramos de cocaína que los afectó muchísimo.

Otoniel y El Gavilán

Paralelamente en el interior del Clan hay un resquebrajamiento debido a que se ha cortado en parte el suministro financiero debido al enfrentamiento. El enfrentamiento interno es entre los dos miembros más importantes del clan: alias Otoniel y Gavilán.

El primero dirige todo lo relacionado con el narcotráfico, mientras que el segundo lidera el brazo militar. Gavilán no sabe cómo la Policía obtiene información tan fácilmente sobre ellos provocando desconfianza y  desavenencias entre los dos líderes y que incluso han matado miembros del Clan.

El problema se agudizó para la mafia debido a que muchos de los capturados  empezaron a confesar ante las autoridades cansados de las fuertes deudas  dentro del grupo criminal por lo que se acordó el  “plan pistola” en un intento desesperado de frenar las actuaciones de la Policía y de la Fuerza Pública en general.

Don Corleone a la colombiana

Considerado como el enemigo nro. 1 a nivel continental Dairo Antonio Úsuga David, conocido también por los alias de Otoniel, Mauricio y Mao, no es un mafioso de la vieja guardia sino un ex-miembro de la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL) y de los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

Por esa razón se lanzó no solo como pseudo guerrillero con sus llamados de “justicia revolucionaria” sino que llegó al extremo de pedir al gobierno ser incluidos en el proceso de paz, igual que las FARC y el ELN, lo que fue rechazado de plano por el presidente Juan Manuel Santos, quien lo catalogó de narcotraficantes y asesinos.

Ascendió en la cúspide del narcotráfico con el  Clan Úsuga , llamada por el gobierno desde 2016 como Clan del Golfo, después de la muerte en 2012 de su hermano Juan de Dios Úsuga David, alias Giovanny.

El  Gobierno federal de los Estados Unidos lo acusa por el tráfico de droga y terrorismo , ofreciendo una recompensa de US$ 5 000 000, mientras que el Gobierno de Colombia aumentó la recompensa a US$3.000.000.000 por su captura.

Disidente de las guerrillas

Otoniel Nació en Necoclí, Antioquia, en 1971. A los 16 años ingresó, junto con su hermano Juan de Dios, a la guerrilla del EPL. En 1991, cuando ese grupo entregó las armas, ninguno de los dos se desmovilizó y, por el contrario, fueron parte de una disidencia de esta guerrilla que no tuvo mucho éxito, siniestra estrategia que aspiran ahora resucitar.

Después de la experiencia con el EPL, los hermanos Úsuga se enrolaron en las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU) en 1996, que por ese entonces surgían con fuerza bajo el mando de los hermanos Carlos y Vicente Castaño. ‘Otoniel‘ se ganó la confianza de este último, quien lo encargó como comisionista para el cobro de los dineros del narcotráfico y del manejo de algunas de las rutas privilegiadas junto a otro paramilitar; Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario‘, hermano del jefe paramilitar Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán‘.

Para el 2002, ‘Otoniel‘ y ‘Don Mario‘ fueron enviados con centenares de hombres al Meta para hacer parte del Bloque Centauros que Vicente Castaño le vendió al narcotraficante Miguel Arroyave. Tras el asesinato de este y del propio Carlos Castaño en el 2004, ‘Otoniel‘ y ‘Don Mario‘ retornaron al Urabá, una región la cual sabían de su estratégica posición para el tráfico de drogas, pues tiene acceso tanto al Mar Caribe como al Océano Pacífico, en medio de una inexpugnable selva, sin control del Estado.

Tras la  desmovilización de las AUC en 2006, Don Mario y los Úsuga se declararon disidentes del proceso que se realizó en Santa Fe de Ralito, conformando una estructura paramilitar llamada por ellos mismos como Bloque Héroes de Castaño, que después terminó como frente de guerra de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), conocida por la opinión pública luego como Los Urabeños y, bautizada por el gobierno colombiano inicialmente como el Clan Úsuga y luego como el Clan del Golfo.

Esto lo hicieron por iniciativa de Vicente Castaño quien luego, según declaraciones de Don Mario y de algunos paramilitares desmovilizados, fue asesinado en 2007 por órdenes de desmovilizados jefes de las AUC que estaban recluidos en la cárcel de máxima seguridad de Itagüí, señala Wikipedia.

El control de las principales rutas de salida de droga por el Golfo de Urabá les permitió conseguir el poder financiero necesario para iniciar su expansión, aprovechando la captura, la extradición o la muerte de sus rivales en diferentes lugares del país en una extensa guerra con represalias terroríficas que ahora proyectan poner en marcha tras la desmovilización de las FARC y ELN, así como el reclutamiento de guerrilleros disidentes.

Es decir, la pesadilla a la vuelta de esquina.

 

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