La euforia del subcampeonato logrado en la Copa América, como era de esperarse, inicia un descenso en su intensidad y finalmente aterrizamos en medio de planteamientos que tiene que ver con el crecimiento progresivo del equipo y la búsqueda de una oleada de nuevos jugadores que reemplacen a los que están trepados en el ascensor de bajada.
Esto suele suceder y es menester que los cazadores de talentos hagan su trabajo para que los que lleguen calcen en lo que Ricardo Gareca desea para fortalecer la estructura lograda y de ningún modo resentir el bloque que nos llevó a la clasificación al Mundial de Rusia 2018, después de 36 años.
El tiempo disponible es corto, se debe a que la exigencia de competencia en lo que resta del año con los amistosos pactados ante Ecuador, Brasil y Uruguay. El año entrante llegará con un bolso de compromisos de nivel A con las Eliminatorias del Mundial Qatar 2022 y la Copa América 2020.
Si se alcanzó el subcampeonato en la Copa América lo que viene apunta a objetivos más elevados que se sospecha sería el título como un peldaño lógico y pisar firme en el largo camino premundialista.
Los países están alertados por el crecimiento peruano. En ese orden Chile no se va a quedar cruzado de brazos buscando su propio fortalecimiento para evitar que se repita el 3-0 y mejorar la aterradora caída de ser bicampeón para pasar a un pobre cuarto puesto.
Venezuela de hecho no quedó satisfecho y aunque evidencia crecimiento todavía no calza en un nivel de alta competencia pero están trabajando para cristalizar su viejo anhelo de clasificar por primera vez a una Copa del Mundo.
Ahora bien, en la comidilla futbolera se siente que en poco tiempo se tenga que aceptar que Paolo Guerrero tendrá que dejar su puesto salvo que muerda el umbral de las cuatro décadas con suficiente oxígeno.
Sin embargo, eso no es frecuente tratándose del trato infame que dan los zagueros a un delantero con armas vedadas para neutralizarlo. Las imágenes de la TV muestran cómo el ‘9’ de Perú sufre las malas artes de sus celadores a sabiendas de sus recursos los utiliza para causar daño en los arcos.
Con Jefferson Farfán ocurre algo similar. Su aporte es importante pero también le queda muy poco recorrido para pensar que su vigencia podría ser prolongada en los años venideros.
En la reciente Copa América ganamos una dupla central de zagueros que se afianzó y sería muy difícil que el ‘Tigre’ se anime a cambiarlos. Carlos Zambrano y Luis Abram de alguna manera hicieron olvidar al ‘Mudo’ Alberto Rodríguez y la ‘Sombra’ Christian Ramos
También pudo comprobarse que Cristopher González es una pieza de recambio útil. Cuando ingresó lo hizo bien lo mismo que Polo y Ruidíaz. Jopsemir Ballón también tuvo ocasión de mostrarse aunque en un partido nada feliz con el 5-0 ante Brasil.