Los eternos problemas del campeonato

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Este 5 de febrero se inició el campeonato de fútbol peruano, y como todos los años hay inconvenientes que empañan este debut, deudas con jugadores, denuncias de la agremiación de futbolistas, deportistas que se quedaron en la “calle” por castigo de sus clubes y otros que se muestran rebeldes y piden su liberación de un contrato que acaban de firmar hace unas semanas. Por lo menos se ha inaugurado el Descentralizado dentro de la fecha pactada, y eso ya es un cambio positivo.

Hoy sonó la noticia del descontento de Víctor Rossel al no haber sido tomado en cuenta para el debut de la Universidad César Vallejo en la Pre Copa Libertadores. Bueno, es probable que este delantero haya hecho cuentas después del empate de la Vallejo contra Sao Paulo en Trujillo, un partido que pintaba para goleada de los brasileros y que no se tradujo en ese resultado por lo expuesto en mi anterior columna. Y, a todas luces, los “poetas” tienen escasísimas posibilidades de clasificar a la etapa de grupos de la Copa Libertadores. Si la intención de Rossel era mostrarse en la justa continental le salió el “tiro por la culata”. Todo indica que Franco Navarro tampoco lo tomaría en cuenta para el partido de vuelta en Brasil.

Algo malo pasa por la cabeza de este atacante, Víctor Rossel. Todos los años figura en la tabla de goleadores, pero los “clubes grandes” no lo toman en cuenta. Varias veces se ha regalado hasta con lacito y moño para Alianza Lima y los íntimos nunca concretaron la contratación. Una vez hizo maletas para irse “fichado” al Atlante de México y regresó al toque, luego de darse cuenta que lo querían para la filial de segunda división. Ricardo Gareca no lo convoca ni para partidos de entrenamientos y uno empieza a sospechar que por lo menos se trata de un futbolista problemático. Ahora, con su rabieta en César Vallejo no hace más que cimentar esta teoría. No puede dar por sentado que un equipo que concluyó tercero el campeonato del 2015, le va a dar el titularato por mera obligación.

Lampros Kontogiannis, es un defensa traído por pedido expreso de Juan Reynoso al Melgar arequipeño versión 2014. Tras un buen año, se le renovó en el equipo que salió campeón el 2015. Pero el zaguero de origen mexicano quiso hacerse el vivo. Con contrato vigente en el club rojinegro intentó firmar con el Jaguares. Reynoso le bajó el pulgar y hasta le terminaron impidiendo entrenar en el reducto characato. Sorprendentemente, Francesco Manassero, presidente del gremio de futbolistas, no se ha pronunciado con dureza sobre este caso (es conocido que este dirigente tiene por costumbre atacar sólo a algunos clubes que le caen antipáticos). Hoy Melgar (que acaba de debutar ganándole al UTC en Cajamarca) intenta ceder a Kontogiannis a Universitario de Deportes o Alianza Lima. Es un buen jugador, pero ocupa la incómoda plaza de extranjero.

Manassero sí parece estar comprometido en el caso de Alfredo Ramúa, al que Real Garcilaso le debe dinero. Lo incomprensible por el lado de los cusqueños es que al tratarse de un jugador que este año prefirió firmar por Sporting Cristal, pareciera que lo quieren “castigar” debiéndole plata. Se sabe que la dirigencia imperial anda disgustada con el entrenador rimense Mariano Soso (a quien acusó de echarse en un partido contra Cristal, época en que aún dirigía a los de Cusco). ¿Suena a venganza? Por lo menos, levanta sospechas.

Igual, con estos inconvenientes, la pelota ya rodó y por enésima vez esperamos un año donde se hable de fútbol y no de deudas, despidos arbitrarios, y otros maltratos al jugador.

Foto: El Mercurio (Perú)

 

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