Marzo: mes de la memoria que se hizo mujer

 

En la superficie terrestre y en los subsuelos de la vida, existe una memoria semioculta que marca los pasos de la vida humana. Es el latido de quien nos da el privilegio de ser testigos y protagonistas de nuestro destino humano: Es la mujer, palpitación de la misma naturaleza y obra suprema de la energía universal y molde artístico del Creador.

Nuestra memoria tiene nombre. Puede llamarse Eva, Micaela Bastidas, Bartolina Sisa, Juana Azurduy de Padilla, Luisa Caceres de Atizmendi, Flora Tristán, Mamá Tingó, Berta Caceres, o tener una connotación más colectiva: las Residentas de Paraguay o de Venezuela, o directamente mujeres trabajadoras luchadoras que están dispuestas a ofrecer sus bienes y sus vidas para dignificar al mundo; o convertirse directamente en refugiadas en pleno siglo XXI para vergüenza del modelo civilizatorio de Occidente y alerta para todo el mundo.

Por algo Herodoto afirmaba que “La Historia es Madre y Maestra de la Humanidad”, ya que la historia es del género femenino. María fue madre de Cristo, Magdalena su vocera después de su muerte y resurrección, y Santa Bárbara, fue virgen y mártir de Nicomedia en el Siglo IV.

Y en toda América, tanto en la época de la Colonia, como en la etapa republicana, las mujeres han cumplido, y siguen cumpliendo un papel estelar. Las mujeres no gozaban de libertades y vivían invisibilizadas y los conquistadores buscaron convertirlas en objetos de placer y soplonas. Recordamos a “La Malinche”. Miles se rebelaron. Ana Caona en el Caribe, Micaela Bastidas al lado de Túpac Amaru, Bartolina Sisa acompañando a Túpac Katari, Juana Azurduy la Teniente Coronela del Alto Perú, Luisa Cáceres de Arismendy ofreciendo su vida en el Caribe venezolano, las residentas en la gran Guerra de genocidio librada contra la Triple Alianza que enfrentó Paraguay ante Argentina, Brasil y Uruguay durante cinco años (1865-1870), y miles de mujeres más, siguen marcando nuestros pasos en la marcha inexorable por construir un mundo mejor.

Y en el inicio de la Revolución Industrial, aparece la figura de la franco-peruana Flora Tristán, quien se convierte en una de las primeras mujeres en precisar la naturaleza del “Factory Sistem” y del nuevo capitalismo que emergía basado en la explotación sin misericordia del trabajo humano, condenando a la mujer a las peores condiciones de vida y de trabajo, con discriminación criminal. No ganaban ni el 50% del salario del obrero nuevamente esclavizado. Ella se convirtió en “apóstol” de la clase obrera naciente.

Flora Tristán nació en París el 7 de abril de 1803. Hija natural del peruano-español Mariano Tristán, quien falleció en 1807. Flora vivió con su madre en condiciones de gran pobreza, por eso su primer escrito se denomina “Peregrinaciones de una Paria”. A los 17 años entró a trabajar en un taller de grabados y litografía y se casó en 1821.

Rápidamente se convirtió en una luchadora, en una apasionada defensora de la clase obrera y en una verdadera precursora en las batallas del movimiento sindical. Fue una socialista cristiana militante. Visitó el Perú en 1833, y a su regreso a Francia, dedicó toda su vida al Movimiento Obrero, recorriendo el país y dando discursos encendidos. Perseguida y reprimida en su lucha, se fue deteriorando su salud. Falleció el 14 de noviembre de 1844. En 1848 en París, se construye un monumento en su honor.

Flora Tristán inspiró muchas luchas de las mujeres trabajadoras en todo el mundo. Las mujeres trabajadoras se movilizaron acompañando la lucha para reducir el trabajo de los niños y su presencia se sintió especialmente en la industria textil.

En 1857, las trabajadoras textileras de New York, organizaron una gran marcha para visibilizar su cruda realidad: trabajo en condiciones inhumanas, discriminación, bajos salarios etc. La marcha fue reprimida.

En 1908, se produjo un hecho criminal en la fábrica textile Cotton Textile Factory de Washington, donde las mujeres se declararon en huelga para exigir mejoras substanciales en sus condiciones de trabajo y de vida. El dueño rechazó las exigencias, encerró a las trabajadoras y produjo un incendio que causó la muerte de 129 trabajadoras.

En 1909, se produce una gran movilización de las mujeres en New York con el lema “Pan y Rosas”. Siempre reprimidas.

En 1910, se realiza en Copenhague la 2a. Conferencia Internacional de las Mujeres Socialistas. Se denuncian las condiciones de trabajo, la discriminación, y se acuerda dedicar como el 1o.DE MAYO, un Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Las Naciones Unidas, desde el año 1976, rinde un homenaje especial a la mujer, y se declara el Día Internacional en su homenaje. La OIT, y todo el movimiento sindical a nivel mundial, rinden tributo a las mujeres por su extraordinario papel en la historia de la humanidad.
Y la suerte de las refugiadas, como el vil asesinato de Berta Cáceres en Honduras el 3 de marzo de este año, nos indican que todavía falta mucho por hacer.

Todo este proceso ha permitido avanzar en la lucha por conquistar la igualdad de género, una tarea irrenunciable para construir una cultura y civilización diferente. Nuestra consigna es simple: “Otro mundo es posible”.

 

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