No fue el debut soñado ¿Esperamos algo mejor?

 

El debut de la selección peruana en el Sudamericano Sub 20 tuvo un desenlace en la bitácora de sucesos predecibles como realidad que no podemos desengancharnos.

El 3-0 adverso ante Brasil en el estreno del Sudamericano Sub 20 no es una casualidad. Es reflejo del pobre trabajo con los menores, la incapacidad de los dirigentes de elaborar un patrón estratégico para acabar con el suplicio de ser testigos de inicios desagradables.

Encontrar mejoras en la conducción de las selecciones menores no importará el rival de turno en el futuro así sea Brasil cuyo potencial engañoso tuvo en la bicolor el rival que le dio las facilidades para el 3-0.

El entrenador Jaime Serna tiene responsabilidad, pero no se le puede cargar toda la culpa. Recién tomó el equipo y con escaso trabajo de apenas dos semanas, era presumible que no podía encontrar el atajo para lograr un mejor resultado tan lejos que Christian Cueva pague la millonada de dólares a una sola cuota en el intrincado que tiene con Santos de Brasil.

Gustavo Roverano mientras tuvo a su mando de la Sub 20 no calzó con los resultados esperados. En la Videna le bajaron el dedo al ex arquero y lo más cercano era pedirle a Juan Reynoso que encuentre al sustituto. Fue así que Serna agarró el fierro caliente y la osadía le pasará factura. Al final podrá decir que no tuvo tiempo para armar un equipo competitivo.

Ahora bien, los jugadores hemos visto en el debut ante Brasil tiene un rociado de esperanza, pero lo apreciado tiene tamaña interrogante.

El arquero Sebastián Amasifuén tuvo un buen desempeño en el primer tiempo y se despintó en el segundo periodo. No fue solamente el arquero proveniente de Alianza Lima el que bajara su producción.

Fueron todos, especialmente la defensa. El bloque de contención fue una puerta abierta para que los ágiles brasileños tuvieran una comodidad cómplice para una goleada que ni ellos creían.

En las semanas de preparación se habló mucho de Kluiverth Aguilar, Catriel Cabellos, Juan Pablo Goicochea, Sebastián Pineau, Aron Sánchez y Kenji Cabrera. Los nombres impresionan, las individualidades aparecen en un surtido de buenos valores, pero colectivamente no están trabajados.

Será muy difícil que en el tiempo que dure el campeonato el equipo peruano Sub encuentre su mejor forma táctica, será mucho pedido y solo queda apelar a la gitanería del futbolista que de la nada se hace grande.

Será necesario que se revise el trabajo con los menores si se tiene en cuenta que este contingente se encuentra la despensa de las selecciones venideras. No podemos ilusionarnos, no hay señas de pensar lo contrario.

El Sudamericano Sub 20 otorga 4 plazas para el Mundial de Indonesia y tres lugares para los Panamericanos Chile 23. La máxima aspiración será obtener algunos de estos cupos, ojalá se logre para no arrojar por la borda esta formación que ilusiona pero que en el debut mostró muy poco.

 

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