El fútbol está de vuelta y aunque se logró que el sabroso platillo retorne a la mesa de los hinchas, la Liga 1 se apresta a brindar lo mejor de su reparto con muchas dudas, escasas certezas y oscuro escenario por descubrirse en el camino.
Un campeonato, lo que resta del mismo, tan diferente y masticado con las punzantes amenazas del contagio, será el desafío que se asuma. Con la actitud intacta para que el coronavirus no se convierta en madre del fracaso en el intento asumido.
Se colocará en el escenario un reto nunca antes visto: Lavado de manos antes que el saludo de rigor y el abrazo ausente, un aséptico perenne a la que habrá de acostumbrarse para que la Liga 1 se juegue con menos riesgos para que el contagio no forme parte del espectáculo.
Los clubes y los jugadores, los protagonistas, tendrán que retomar el hilo del campeonato que quedó congelado en la fecha 6 con un equipo, Alianza Universidad, ceniciento y hambriento por un trozo de gloria, convertido en presa de los depredadores.
El equipo huanuqueño con una temeraria apuesta por el fútbol ofensivo y bien jugado, será el equipo a seguir. De ver cómo resuelve la amenaza del resto y si el buen comienzo de año no fue flor de un día.
Ahí está la parte que hará de la competencia un atractivo distinto. Una caza impiadosa para que el puntero trastabille que en contra de los pronósticos como el equipo rebelde y capaz de ser el verdugo de grandes y chicos.
De todo ello, Alianza Lima el más afectado por un comienzo infame y más cercano a la zona de descenso, requiere que en Matute hagan una ampliación de facultades. Una desinfección urgente para que en el reinicio, se comporte con erguido desempeño con el técnico Mario Salas, que no ha llegado a Matute pero se involucra a lo lejos.
Universitario que estaba ya en plena efervescencia en las seis primeras fechas del Torneo Apertura, hará un planteo en su juego para recuperar lo hecho. Tendrá que esperar a su técnico Gregorio Pérez para que sea parte del festín futbolero que se avecina.
Sporting Cristal ha dado pocas muestras de un trabajo en casa aunque el técnico Roberto Mosquera no ha dejado de seguir los movimientos de sus jugadores con el monitoreo que frece la modernidad.
Es cierto también que en estos meses de inactividad ha provocado que algunos clubes enfrenten una crisis económica con señales de recorte de sueldos y mensualidades atrasadas, algo que se hizo habitual en las últimas semanas.
Es la parte negativa de la reactivación del fútbol. Algunos clubes no están todavía suficientemente preparados para el regreso inmediato. De todos modos, el gobierno ha dado luz verde para el regreso de la Liga 1.
Por ahora sin público. En mucho tiempo no habrá hinchas en las tribunas. El regreso del público tardará. La TV será el mejor aliado para estar cerca de la Liga 1.