‘U’ y el gana y pierde…

 

El sábado pasado 24 de agosto leí de mi colega Pedro Ortiz en su columna semanal de “El Comercio” este título: ‘La ‘U’ o cómo matar a un gigante’. Y no es que Pedro analizara una posible derrota del equipo crema, tras los 90′ de juego ante su rival de turno. Nada de eso. La situación iba por otro lado. Detrás de la línea como suelen decir los comentaristas o el juez de línea del sector que controla. Señalaba Pedro el ´desmoronamiento institucional’ (sic) de un club que junto con sus triunfos, empates o derrotas, en los últimos campeonatos, ha visto en paralelo y con tinta roja la deuda millonaria que a estas alturas -con intereses y todo- le resulta difícil y duro de pagar: alrededor de US$150 millones. Se agregaban con más términos los periódicos y medios digitales ya acostumbrado a escribir y publicar la crisis institucional de los cremas y, las radios y canales de televisión en lanzar al aire cada vez con mayor énfasis y preocupación lo que ocurría en las empobrecidas arcas cremas con deudas y litigios judiciales por resolver. Palabras como ‘impagable’, ´proceso concursal’, ‘junta acreedora’, ‘liquidación en vez de reestructuración’, ‘fortalecimiento a todo nivel’, ‘inventario de bienes’ y una ruma no de dinero sino de adjetivos que el fiel hincha aprendió a atragantarse. Entendiendo mucho (los hinchas) con la cabeza fría que sus responsables directivos habían decidido apostar al futuro y sencillamente perdieron o mejor dicho siguen perdiendo.

Contrataciones de medio pelo como el colombiano Juan Pablo Pino que no aportaron casi nada al plantel; ventas de jugadores como, por ejemplo, Raúl Ruidíaz que dejó como ‘ganancia’ al club la cifra de ¡4 mil euros!; de volver a requerir del entrenador argentino Ángel Comizzo, quién con contrato vigente tuvo la audacia de irse a dirigir a México al Monarcas Morelia dejando al club sin técnico, han llevado a que en la institución crema la situación -entre otras tantas- resulte insostenible y hasta inmanejable si cabe el término porque como dice el dicho popular ‘no hay plazo que no se cumpla ni fecha y deuda que no se pague’.

Entre tantos problemas, el ‘Caso Comizzo’ ha determinado que  la nueva administración Solución y Desarrollo de los hermanos Raúl y Humberto Leguía y la asesoría de su ex jugador Germán Leguía -quien no tiene parentesco alguno con Raúl y Humberto- afirmaron desde el inicio que Comizzo no seguiría como entrenador de la ‘U’ cuando ellos asuman, Pero el tema ha quedado a un lado, por ahora, porque los Leguía primero quieren sentarse en las oficina que hoy utiliza Moreno. Todo porque la situación no cambia: a la fecha no asume la nueva junta ya que la administración anterior que preside Carlos Moreno simplemente sigue dilatando, a través de sus abogados, la transferencia ordenada por la Sunat el pasado 22 de julio. Fecha que cuando se anunció la vuelta de los Leguía no solo se escucharon cánticos, vivas y hurras sino que la propia Sunat como primera decisión pidió que Gremco sea removida de su cargo en la Junta de Acreedores en esos momentos a cargo de Moreno y que con un 57 por ciento en contra prácticamente se quedó sin piso o gramado qué pisar.

Moreno que no se cansa de repetir que cuando los Leguía tuvieron a su cargo la Junta de Acreedores que él reemplazo hicieron una mala gestión por carecer de una capacidad real que les permitiera afrontar con éxito semejante reto, es un convencido que ningún acreedor buscará liquidar a la ‘U’ “porque perjudicaría al club más grande del país y porque si en el supuesto caso se llegara a generar esto (la liquidación) habría que subastar castigando el precio de los activos y eso probablemente conlleve a que no se pueda pagar todo el dinero que se debe”, le comentó a un medio de prensa limeño.

Pero el asunto no se detiene. Roberto Challe, ex jugador y ex entrenador de la ‘U’ cuando fue consultado sobre la crisis de su ex club se mostró hondamente preocupado al extremo de calificar “como una desgracia” lo que han hecho Moreno y su gente no solo con la institución sino con el equipo mismo. Germán Leguía, a su vez, sostuvo que Solución y Desarrollo esperan volver a retomar las riendas del club “pero todo dentro de la ley y en eso estamos porque lo que pasa hoy en la ‘U’ resulta increíble y estos señores (por Moreno y su gente) van a terminar yéndose”.

Resistiendo como está y bajo estas difíciles circunstancias es que Moreno se está acostumbrando a hacer jugar a su primer equipo sin público en las dos fechas en que fue local. En el empate 0-0 con Universidad San Martín y el último sábado ante Melgar al que venció por 2-1 y donde sus goles se perdieron entre abrazos y vivas sus propios jugadores porque los hinchas los celebraron mirando el televisor. Moreno alega que so han tomado esta determinación es porque no se dan las seguridades del caso y él no quiere correr ningún riesgo. Es decir juega sin público que paga sus entradas generando ingresos y, por otro lado, sigue debiendo millones. De Ripley. Leguía en forma irónica me decía que viendo esta figura y la  decisión de jugar sin aficionados en las tribunas, lo hizo recordar en que hubo una época en que solo practicando el equipo en el estadio Lolo Fernández los hinchas colmaban sus viejas tribunas de madera. “Es la peor pesadilla para el jugador salir a la cancha y ver las tribunas vacías. Es el público y el hincha el que te incentiva a jugar mejor y solo basta escuchar la bulla y el grito de gol para que te transformes y seas otro”.

Mucha razón tuvo Johan Cruyff cuando dirigiendo al Barcelona le preguntaron por este detalle: de jugar con y sin público. El famoso ex futbolista holandés fallecido el 2016 a los 69 años, respondió: “Cuando sales al campo y miras las gradas te preguntas ¿que todo esto se ha formado por nosotros? Y allí mismo comienzas a disfrutar lo lindo que tiene el fútbol y a complacer al aficionado lo más posible” ¿Y cuándo las tribunas están vacías? le repreguntaron y Johan no se calló: “Mejor te quedas en tu casa leyendo un libro, viendo televisión o disfrutando con la familia”.

 

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