Eran las 7.30 de la noche del 30 de abril, llegamos caminando por los alrededores del Estadio Nacional. Conforme nos acercábamos nos encontramos con lo de siempre: el alboroto, revendedores, ambulantes vendiendo gorras, polos y afiches de los Hombres G. Llegamos al control de ingreso, la gente se queja, te quitan todo lo que te imaginas, bebidas, sánguches, cigarrillos, a nosotros nos quitaron dos paquetes de galletas.
Finalmente ingresamos, subimos las escaleras, llegamos a las tribunas, ya había más del 60% de asistencia. Ubicamos nuestros asientos y, por fin, con Rita, el amor de mi vida, quedamos listos para recibir a los Hombres G.
Un cronómetro gigante daba la cuenta regresiva en las pantallas ubicadas al lado del escenario. El estadio se llenó al tope. La impaciencia crecía, el tiempo se acortaba, el momento se acercaba, la gente comenzó a contar mientras el cronómetro marcaba: «Diez, nueve, ocho… tres, dos, uno…». Se apagaron las luces. Unos segundos. Y finalmente se encienden nuevamente. Se desata la euforia total.
Estamos a horas de dar el concierto aquí en el Estadio Nacional de Lima, con sold out incluido. ¡Última parada de la gira de estadios y tenía que ser aquí, en Lima, Perú! 🇵🇪
Posando para nuestro amigo @andresallain
¿Estáis listos? 🤘#GraciasPerúTour pic.twitter.com/x9lK4FxMFN
— Hombres G Oficial (@HombresG) April 30, 2025
La legendaria banda de rock en español convirtió el Estadio Nacional en el recinto del concierto más nostálgico que hemos vivido. David Summers, Rafael Muñoz Gutiérrez, Javier Molina y Daniel Mezquita nos ofrecieron todo su repertorio de canciones inolvidables que en los años 80 nos hicieron cantar, saltar, gritar y llorar.
Comienza con recital con «Voy a pasármelo bien». Luego «¡Buenas noches, Lima!», gritó David Summers, y desató la ovación de los miles de asistentes. «Vamos a pasarlo de puta madre», añade, y la banda nos regala «El ataque de las chicas cocodrilo». El estadio es un loquerío, miles se unen en un coro gigante de risas, baile y recuerdos. Yo no podía dejar de aplaudir, Rita no dejaba de cantar.
La banda continúa con una seguidilla de temas: «Tengo una chica», «Solo otra vez», «Chico, tienes que cuidarte», «Si no te tengo a ti». Hasta que, sin previo aviso, sin anestesia, como si nada, sueltan esa joya llamada «Un par de palabras». El público, yo incluido, la cantamos de principio a fin. Rita por detrás me abraza y coloca su cabeza por sobre mi hombro, la pega a la mía, seguimos cantando y mis lágrimas mojan nuestras mejillas.
GRACIAS LIMA..PERU
VOLVEREMOS
SE OS QUIERE pic.twitter.com/Of6AGcVmsl— Antonio Rodriguez (@ESQUIMALHG) May 1, 2025
“Hace muchísimos años que no la tocamos, pero la hemos recuperado”, anunció David Summers, antes de «Mis amigos». «Dos imanes», «¿Qué soy yo para ti?» y «Lo noto» llenan de nostalgia el estadio
Antes del primer descanso de los chicos, nos sueltan esa joyita de su primer álbum llamada «Dejad que las niñas se acerquen a mí», qué bien acompasados sonaba ese coro de miles de cincuentones que llenó el Nacional de Lima.
A lo lejos tú…
¡Impresionante @DavidSummersHG a los pies del Estadio Nacional de Lima en Perú! 🇵🇪❤️🔥🎤🎶#GraciasPerúTour pic.twitter.com/x2Si55XluV— Hombres G (@hombresgnet) May 1, 2025
Luego de un pequeño descanso, David Summers cuenta emocionado, cómo fue su primera llegada al Perú en 1987. “Eran los años 80. Y alguien del equipo nos dice: Nuestra canción ‘Sufre, mamón’ (Devuélveme a mi chica) está sonando muchísimo allí. Hay que ir a Perú”.
Fue una locura para la época, fueron recibidos por 20,000 fans en el aeropuerto Jorge Chávez. «Fue la primera vez que pisamos tierras americanas y hoy, es una maravilla ver este estadio lleno, lo bueno que sois con nosotros. ¡Levanten la mano los que estuvieron ahí!”, gritó. Miles levantamos los brazos y el rostro de David Summers se iluminó con sorpresa, ternura y asombro.
“Éramos todos mucho más jóvenes…”, dijo entre risas. «Esta es una de mis favoritas de todos los tiempos. Les dedico esta canción de amor a todas las bellísimas mujeres limeñas aquí presentes». Inmediatamente el guitarrista Daniel Mezquita comienza con los primeros acordes de «Te quiero»… fue un bombazo…
Qué tales gritos que lanzaron las chicas en el estadio. Yo de asombro solo atiné a llevar mis manos a mi cabeza. Rita me abraza, yo volteo, leo en sus labios que me dice «Te quiero», le doy un beso, volteamos la mirada al escenario y el Estadio Nacional era un mar de amor lleno de parejas abrazadas, y nos unimos a ellas cantando: «Necesito verte, donde quiera que estés, te quiero, te quiero, te quiero. Y no hago otra cosa que pensar en ti. Solo vivo y respiro para ti. Te quiero».
Cuando acabó el tema, aún no terminábamos con los mimos, las caricias y los «Te quiero», y nos sueltan «Indiana». Explosión total. Cómo saltamos, cantamos y gritamos. Como hace 38 años. Qué locura. Gordos, flacos, arrugados, canosos, pelados, miles de cincuentones no dejamos de cantar toda la canción. De principio a fin.
Lo curioso es que después de que todo el estadio cante un tema tan romántico que dice: «Te quiero, te quiero, te quiero». Al minuto ese público cante eufórico: «Es inútil que sigas mintiendo, a mí no me puedes engañar, yo sé que me pones los cuernos…». En fin, será parte del vasto anecdotario de los conciertos que se vivieron en nuestro país.
Qué concierto el de anoche: pantallas gigantes, luces, sonido espectacular y la conexión con el público hicieron que disfrutemos de un show increíble!!!
Muchas gracias @HombresG por hacer de este un cumpleaños inolvidable!!
Afónica pero feliz!!! #GraciasPeruTour #Lima pic.twitter.com/nSSx88tcU3— Tania Castro (@TaniaCS) May 1, 2025
Luego vinieron «Lawrence de Arabia», «Nassau», «Suéltate el pelo» y «Visite nuestro bar», el himno de todo buen borracho. La locura se desata nuevamente con «Marta tiene un marcapasos», con el público cantando a todo pulmón, Rita y yo saltando sin parar. Acaba el tema y poco a poco todo se oscurece.
Las luces se apagaron, el estadio en penumbras, la gente comenzó a prender los celulares, el público alza las manos moviendo los teléfonos, la vista desde arriba del estadio es espectacular. De pronto la voz de David Summers irrumpe en medio de la noche y dice «Temblando». Rita me mira, coloco mi mano sobre la de ella, nuestros dedos de entrelazan, nuestros labios se unen, nuestros ojos de humedecen, y nos unimos a todo el público que acompaña cantando la canción en un coro inolvidable.
Si estuviste en el Estadio Nacional y saliste caminando, nunca vayas al cardiólogo, no le hagas perder tiempo. Si a esta altura del concierto no te dio un paro cardiaco, créeme que ese corazón nunca te va a fallar.
El baterista Javier Molina nos sorprendió al cantar «No te puedo besar». Vino «La carretera». Luego «Te necesito», que a varios los puso nostálgicos y los hizo pasar saliva. A David Summers también se le notó conmovido, al final terminó con los ojos brillosos y el estadio le regaló una gran ovación.
Nuevamente se apagan las luces, llegaban los momentos finales. Aparece el baterista Javier Molina, se coloca frente al micrófono y todos saben lo que viene: «Venezia», una de las canciones de rock en español más bailadas y cantadas de la historia. Todo el estadio es una fiesta ochentera, ahora yo soy el que canta y Rita la que baila, salta y aplaude.
Y sin pausa llega el tema final, el del cierre: «Devuélveme a mi chica», la primera canción que escuchamos de esta banda en las antiguas radios limeñas. La explosión final. Saltos, gritos, aplausos, confeti, lanzallamas, la alegría total. Y se acabó.
“Muchas gracias, Lima. Nos la hemos pasado de puta madre. Sean buenos, sean felices, hasta siempre”, dijo David Summers antes de hacer una reverencia junto a sus compañeros. El Estadio Nacional volvió a ofrecerles todo su cariño. La ovación fue total.
Hemos vivido un concierto muy alegre y nostágico con los «Hombres G». Me siento en la butaca. El público sale poco a poco, veo los rostros de alegría por la nostalgia, veo a los cincuentones dirigiéndose con la risa dibujada en su rostro y la felicidad reflejada en su mirada. De pronto Rita coloca su mano sobre la mía, me da un beso y me dice: «Han celebrado 40 años y suenan igual que en el disco. Qué gran concierto, nos hemos divertido mucho. ¿Vamos mi amor?».
Y salgo del Estadio Nacional de la mano de Rita, el amor de mi vida. Hemos celebrado con los «Hombres G» sus 40 años. Estamos seguros que regresarán y estaremos con ellos en su concierto cuando celebren sus 50 años. Se los contaremos.
Anoche en Lima fue una locura. 40.000 personas cerrando con nosotros esta gira tan especial.
Gracias, Perú. 🇵🇪
Gracias, México. 🇲🇽¡Os queremos! 🤘😘❤️🔥 pic.twitter.com/ejo4Dt0VG8
— Hombres G Oficial (@HombresG) May 1, 2025
Texto: WSV
Foto: Masterlive Perú
Videos: Facebook Masterlive Perú / Twitter Hombres G
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