Impresión 3D, tecnología que salva la vida de niños en el Perú

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Por: Jhonatan Sánchez Ramírez

Dentro del Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja (INSNSB) la medicina y la tecnología conviven para salvar vidas. El centro médico es uno de los pocos en el país que usa la impresión 3D para procedimientos prequirúrgicos en la atención de los ciudadanos y actualmente ha brindado soporte en el tratamiento de más de 120 pacientes, entre los que destaca Daniel, un joven chimbotano de 16 años que llegó a Lima a mediados de junio con 22 fracturas en su rostro.

El doctor Óscar Alfredo Broggi, cirujano de cabeza, cuello y maxilofacial del INSNSB, atendió a Daniel -lo llamaremos así para proteger su identidad – cuando el adolescente llegó al hospital en condiciones deplorables el 13 de junio.  Una semana antes tuvo un incidente que casi le cuesta la vida.

El último de cinco hermanos regresaba de noche a su casa en el pueblo de Nueva Esperanza, en Chimbote, luego de jugar un partido de fútbol, cuando a unos pasos de su domicilio fue interceptado por tres hombres con la intención de robarle su celular. Puso resistencia al asalto y eso le costó una fuerte golpiza y cortes en el rostro, que lo dejaron inconsciente y con graves lesiones.

El adolescente de 16 años despertó en el Hospital La Caleta de Chimbote, donde le diagnosticaron una fractura panfacial, debido a que las lesiones comprendían fracturas a nivel del tercio superior, tercio medio y tercio inferior de la cara; es decir, su rostro estaba completamente destrozado.

“Cuando se comprometen todas las fracturas de la cara se llama una fractura panfacial y cuando hay una fractura panfacial lo que se hace es una reconstrucción del rostro: colocar todos los fragmentos en su lugar, hacer la reducción y colocar placas y tornillos”, detalló a Crónica Viva el doctor Broggi.

Óscar Alfredo Broggi, cirujano de cabeza, cuello y maxilofacial del INSNSB

Debido a que el nosocomio de Chimbote no contaba con los suficientes especialistas para atender la grave situación en la que se encontraba, Daniel tuvo que ser trasladado al Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja (INSNSB), junto a su madre Gumercinda Islado Valerio a mediados de junio.

Alta tecnología

El INSNSB es un establecimiento de salud pediátrico quirúrgico especializado en cirugía de alta complejidad, que atiende a niños y adolescentes referidos de otros hospitales a nivel nacional. Asimismo, es el primer nosocomio mejor equipado del Perú y en 2020 fue incluido dentro de los primeros de Latinoamérica en ese campo.

Según el cirujano Óscar Alfredo Broggi, al menos el 98% de pacientes forman parte del Sistema Integrado de Salud (SIS), seguro de salud público dirigido a los peruanos y extranjeros residentes que no cuentan con algún seguro médico, llegando a ser gratuito para los habitantes en condición de pobreza o pobreza extrema, madres gestantes, niños y bomberos.   

La gravedad de los golpes en el rostro de Daniel ameritaba una cirugía de reconstrucción facial. Debido a la cantidad de fracturas, los cirujanos realizaron previo a la operación el planeamiento quirúrgico virtual con impresión 3D, usando un biomodelo del cráneo de Daniel en tamaño real, que ayudó a moldear las placas, colocar los tornillos y las mallas que se usaron en la cirugía.

¿Qué es la impresión 3D?

Si bien la impresión 3D se usa en la medicina desde inicios del 2000 y en algunos países de Latinoamérica como Brasil desde hace más de 20 años, el Perú tiene apenas tres a cuatro empleando esta tecnología en trabajos médicos y solo en dos instituciones del sector público, el Instituto Nacional de enfermedades Neoplásicas (INEN) y el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), así lo explica para Crónica Viva, José Luis Cáceres Albán, ingeniero biomédico y encargado del área de ingeniería biomédica en el laboratorio Innovación Tecnológica del INSNSB.

Data desde hace más de tres a cuatro décadas, pero su aplicación en el contexto nacional puede tomarse como algo innovador. La impresión 3D se usa en el INSNSB desde hace 3 años en los procedimientos prequirúrgicos para asistir a los médicos en la atención de pacientes, con lo que obtienen un mejor panorama a la hora de realizar una cirugía. A la fecha ha ayudado en la atención de 120 pacientes”, explica. 

Beneficios de la impresión 3D

Esta tecnología permite materializar y modificar objetos tridimensionales a partir de archivos digitales. En el área de la medicina permite crear prótesis personalizadas, dispositivos médicos y modelos para intervenciones quirúrgicas, lo que prepara a los cirujanos para tomar mejores decisiones.

Entre los beneficios que la impresión 3D brinda al Instituto del Niño de San Borja destaca: disminución de tiempo de anestesia, un proceso más exacto en términos de gestos quirúrgicos, el médico ya conoce por dónde abordar la operación y qué dirección tomar; finalmente, el volumen de sangre perdido es mucho menor.

“Con semanas o días antes se puede ver la anatomía, estudiarla, discutir con su equipo clínico el plan de abordaje, entre otras cosas para poder finalmente tener un resultado mucho mejor. Es mucho más inmersiva, más certera, más precisa, mejor dicho, los ayuda mucho porque ya tienen la anatomía o la patología en sus manos y complementa el diagnóstico hecho por imágenes que está en un plano bidimensional de una tomografía o resonancia”, resaltó José Luis Cáceres Albán.

Mientras Daniel se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos de Neurocirugía, los médicos analizaban y evaluaban la situación, debido a que llegó al INSNSB con un traumatismo encéfalo craneano con hemorragia intracerebral; es decir, los golpes habían sido tan fuertes que llegaron a ocasionaron un derrame de sangre dentro del cerebro.

“Estuvo cerca de 15 días. Todo es un proceso. En este tipo de patologías primero se sistematiza, qué significa, quién entra primero y quién entra después. Ninguna fractura de cara, así tenga toda la cara destrozada, es emergencia, puede esperar. Lo que no puede esperar es el cerebro. Por lo tanto, el paciente vino con una hemorragia intracerebral y lo que se tiene que hacer primero es ir al área de cuidados intensivos y el neurocirujano determina”, detalló el cirujano de cabeza, cuello y maxilofacial, Alfredo Broggi.

Luego de que el neurólogo evaluara a Daniel y diera el visto bueno, oftalmólogos evaluaron su vista para detectar si las lesiones podrían afectar su visión y corriera el riesgo de perder el globo ocular de alguno de sus ojos. Después de calificar al paciente como apto para la sala de operaciones, médicos radiólogos presentaron las tomografías del rostro de Daniel al ingeniero biomédico José Luis Cáceres para que imprimiera en 3D el cráneo del adolescente.

¿Cómo se imprime una imagen 3D?

Cuando a un paciente se le identifica que necesita un abordaje complejo con uso de esta tecnología como medio de apoyo, se lleva a cabo una serie de pasos hasta llegar a la impresión del área solicitada.

Primero – explica el ingeniero José Luis Cáceres Albán – se adquieren las imágenes médicas, ya sean de una tomografía o resonancia magnética. Luego pasan por un proceso de segmentación 3D, el cual consiste en aislar la región de interés del especialista para convertirla de algo bidimensional a tridimensional; es decir, el ingeniero biomédico lleva a cabo un control de calidad, parámetros de impresión, tecnologías y materiales, para finalmente realizar la impresión 3D.

El renacer de Daniel

El 29 de junio se preparó la cirugía de reconstrucción facial. Diez médicos, entre cirujanos de cabeza, cuello y maxilofacial, otorrinolaringólogos y anestesiólogos, realizaron durante más de cinco horas un trabajo minucioso reduciendo las fracturas con placas, mallas y tornillos de titanio.

La operación no involucró ningún corte en el rostro de Daniel, sino se intervino por la vía intraoral; es decir, por la boca. Luego de la intervención, Daniel volvió a nacer.

“Nunca pensé verlo así a mi hijito, con vida y con vista. No tenía vista, no tenía dientes. Estaba totalmente desfigurado, pero ahora veo que se ha recuperado bastante. Doy gracias a los médicos que le han devuelto la vida a mi hijo”, agradeció su madre Gumercinda Islado Valerio.

Extirpar un tumor gigante

El médico Alfredo Broggi reveló también a Crónica Viva la historia de una niña de siete meses, quien en agosto de 2021 llegó al INSNSB de urgencia por un tumor gigante en la cavidad oral y cuello bilateral que le obstruía la boca. Previo a la operación se usó la impresión 3D para un mejor panorama de la situación.

La niña, a quien llamaremos Clara, no solo presentaba aquel grave problema en la boca, sino también desnutrición, por lo que estuvo entre 20 a 25 días mejorando su alimentación para que los médicos puedan realizar la cirugía.

Según Broggi, Clara padecía de linfangioma quístico, una malformación congénita de la linfa que pudo estar presente en Clara desde que nació y que fue creciendo hasta llegar al punto de impedirle alimentarse. A pesar de su complicada situación, Clara fue operada con éxito, con ayuda de la impresión 3D, y hoy es una niña sana y saludable, viviendo una vida normal en Huánuco.

 

Retos de la impresión 3D

El encargado del área de ingeniería biomédica del INSNSB, José Luis Cáceres, detalló que muchas veces tienen que coordinar diversas tecnologías, debido a que; por ejemplo, algunas arterias coronarias de bajo calibre no suelen reproducirse de manera fidedigna en la impresión. En esos casos, se recurre a la inteligencia artificial.

Debido a que el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja atiende anatomías pediátricas, los tamaños no son tan grandes y ello permite que las impresoras cumplan las expectativas del hospital.

“Si tuviéramos anatomías de adultos como órganos más grandes, tendríamos que escalar nuestro volumen de impresión, con máquinas mucho más grandes, con dimensiones que vayan acorde a la anatomía real. Entonces, por el momento estamos bien con las impresoras que tenemos y si escalamos, va a ser por un tema de producción como de dispositivos personalizados tipo prótesis”, explica.

La impresión 3D aún está en fase medianamente inicial en el país, los ingenieros biomédicos del INSNSB usan plástico o resina, en un proceso de aprendizaje que le costó al hospital para llegar al nivel de complejidad en el que trabajan hoy. Sin embargo, grandes clínicas en el mundo usan otros materiales en el proceso.

“Al día de hoy, clínicas top a nivel mundial imprimen metal adentro, prótesis personalizadas de cadera, rodillas, platos craneales impresos en metal, personalizados a la medida del paciente en sus instalaciones. Imprimir metal, imprimir otro polímero como BIC son pasos a seguir muy prometedores para evitar el tema de la exportación y todos los trámites que esta conlleva, hacerlo personalizado. Luego está el tema de imprimir algo más biológico, que aún está en fase de investigación, como es la bioimpresión”, concluye Cáceres

El Perú tiene todavía mucho por recorrer en el campo de la impresión 3D. Mientras los hospitales se equipan con más dispositivos tecnológicos, los especialistas se capacitan en estas nuevas tecnologías para brindar una mejor atención a los pacientes. Un ejemplo de ello son Daniel y Clara, ambos ya se encuentran recuperados y teniendo una mejor calidad de vida.

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