Los nombres de los chefs peruanos, Jaime Pesaque, Rafael Osterling y Christian Bravo, dueños de los restaurantes más reconocidos del mundo aparecen en documentos filtrados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, en el caso Panamá Papers.
De acuerdo a esa versión, los tres chefs habrían buscado evadir impuestos junto a políticos y deportistas desde hace varios años en un escandaloso caso que ha conmocionado al país centroamericano.
“La gastronomía peruana está de moda y hay muchos chefs ya premiados y reconocidos a nivel mundial, los mismos que están siendo contratados para hacer franquicias en varias parte del mundo y/o para dar asesorías”, escribió en abril de 2015 Susana Kim, representante de Mossack Fonseca en Lima, a la sede central en Panamá, en uno de los miles de correos electrónicos filtrados.
“Todos pagan el 30% de sus ingresos como impuestos y, como comprenderás, ninguno quiere hacerlo”, señale en el documento
Asimismo asegura que el primero en mostrarse interesado fue Pesaque, dueño del restaurante Mayta, considerado uno de los 20 mejores de la capital peruana y con sucursales en Miami, Punta del Este, Nueva York, Milán, Hong Kong y Dubai.
“Gracias a Pesaque, me reuní con varios chefs peruanos famosos y se están pasando la voz. Todos me han pedido cotización de empresas y posibilidad de otros negocios”, explicó Kim en otro correo.
“En diciembre de 2014, un abogado de Mossack Fonseca había registrado la sociedad JPR Restaurantes Corp. a través de Suggest Ltd., una segunda empresa que en realidad era una offshore del estudio para hacer gestiones a nombre de sus diferentes clientes. Aunque Suggest Ltd. quedó formalmente a cargo de la nueva sociedad, en los documentos de la constitución se consignó como domicilio la casa del chef Jaime Pesaque en Miraflores, una vivienda de dos pisos ubicada detrás de su conocido restaurante”, menciona por su parte el portal peruano Ojo Público, parte del equipo de ICIJ.
Con la asistencia de los agentes de Mossack Fonseca, Pesaque presuntanente solicitó la apertura de cuentas en el Credicorp Bank de Panamá, a nombre de la sociedad que crearon en Islas Vírgenes Británicas (IVB).
En la información proporcionada ante la entidad bancaria, el chef señaló que el objetivo de las cuentas era recibir transferencias de entre 12 mil y 18 mil dólares al mes por sus consultorías a empresas del rubro gastronómico en Noruega, Estados Unidos, Italia y el emirato de Dubai.
El segundo chef involucrado en el caso Panamá Papers es Rafael Osterling, dueño de tres marcas de los restaurantes Rafael y Mercado en la capital peruana y La Despensa en Bogotá.
Se menciona que es accionista desde el año 2009 de una sociedad llamada Insumos Peruanos Corp., registrada en Panamá y con directores proporcionados por Mossack Fonseca. Durante un tiempo la sociedad se mantuvo bajo el régimen de acciones al portador, hasta que a fines de octubre de ese año, se formalizó el traspaso de las acciones a sus verdaderos dueños, el chef y su socio Marco Quiroz Zuzunaga.
Osterling no había declarado en su país ninguna de estas empresas offshore.
Otro embajador de la Marca Perú es Christian Bravo, propietario del Bravo Restobar y habitual cocinero en programas de la televisión peruana.
La versión periodística asegura quetravés de una serie de documentos, Bravo presuntamente vendió su empresa peruana a su offshore en IVB y, luego, recibió los derechos de uso de su propia marca.
Se asegura que mientras Bravo anunciaba en Lima franquicias que requerían inversiones de hasta 800 mil dólares, el contrato de venta preparado por Mossack Fonseca presuntamente establecía un precio de apenas diez mil soles por 850 de las 1000 acciones del restobar. (ECHA- Agencias)