Perú diciembre 1925: un siglo de la revista Mundial y la Lima que soñaba con el futuro

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Imagina abrir una revista hoy y encontrarte con el Perú de hace exactamente un siglo. El 25 de diciembre de 1925, la revista Mundial lanzaba una edición de gala que hoy cumple 100 años. No era solo papel y tinta; era el retrato vivo de un país que intentaba dejar atrás su pasado virreinal para abrazar con ansia la modernidad.

En aquel entonces, Lima vibraba bajo el gobierno de Augusto B. Leguía y su ambiciosa «Patria Nueva». La ciudad crecía a pasos agigantados con nuevas avenidas y edificios imponentes como el Hotel Bolívar. La revista Mundial se convirtió en el espejo de esa transformación, mezclando la elegancia europea con el naciente estilo de vida americano.

La portada de aquel día no era casualidad. Mostraba a la señora Betzhe de Freire Santander, esposa del delegado peruano en Arica. Esto nos recuerda que, hace cien años, el corazón del Perú latía con fuerza por el plebiscito para recuperar Tacna y Arica, una herida abierta que dominaba toda la conversación política y el orgullo nacional.

En las páginas centrales, un joven y lúcido José Carlos Mariátegui escribía sobre el sentido de la Navidad. Con su pluma crítica, reflexionaba sobre cómo el mundo se volvía cada vez más global («internacional»), pero advertía que, mientras el Año Nuevo era solo un cambio de fecha, la Navidad conservaba un alma espiritual que la resistencia humana se negaba a perder.

La revista también nos permite espiar el culto al poder de la época. Con un toque de humor, se describían las interminables colas en el Palacio de Gobierno, donde desde campesinos del Cusco hasta turistas extranjeros esperaban una audiencia con Leguía, el presidente que prometía una «inyección de progreso» para todos los males del país.

El marketing de 1925 nos revela una sociedad que empezaba a consumir por estatus. Los anuncios promocionaban los lujosos autos Dodge Brothers y jabones que prometían «belleza científica». Era el inicio de una era donde el automóvil y la higiene personal se convertían en los nuevos símbolos de civilización y éxito social.

Pero no todo era brillo en la «Ciudad de los Reyes». Mientras las secciones sociales mostraban banquetes de seda, la «Página del Pueblo» denunciaba la realidad de los obreros peruanos. En las provincias, muchos trabajaban hasta 14 horas diarias sin leyes que los protegieran, evidenciando la enorme brecha social que el país aún no lograba cerrar.

La mujer peruana de hace un siglo también vivía su propia revolución. A través de crónicas y consejos de moda, se percibía la tensión entre la «madre tradicional» y la «chica moderna» que empezaba a interesarse por el cine de Hollywood, el deporte y una mayor libertad social, desafiando las costumbres conservadoras de sus antepasados.

La tecnología de entonces nos parece hoy un sueño romántico. Los lectores de Mundial se maravillaban con los avances de la radio y especulaban sobre una futura «televisión». Era una sociedad fascinada por la velocidad de los aviones y los nuevos ídolos mundiales del boxeo y el cine mudo, como Rodolfo Valentino.

Leer la revista Mundial cien años después es reencontrarnos con el ADN de nuestro país. Nos enseña que, aunque la tecnología ha cambiado radicalmente, los peruanos de 1925 compartían nuestras mismas preocupaciones: el deseo de justicia social, la pasión por la soberanía y la eterna esperanza que renace en cada Navidad.

Acceso: cedoc.sisbib.unmsm.edu.pe