Un hombre armado mató a cinco personas en un suburbio ultraortodoxo de Tel Aviv

shadow

 

TEL AVIV.- El servicio nacional de ambulancias israelí reportó que el suceso habría dejado al menos cinco víctimas mortales en Bnei Brak, un suburbio judío ultraortodoxo en las afueras de la ciudad israelí. El presunto autor de los hechos también falleció en el acto tras recibir un disparo mortal. Según medios locales, el homicida sería un hombre palestino de un pueblo del área de la Cisjordania ocupada.

Es el último de los tres ataques mortales que se reportaron en Israel en la última semana. En la noche del martes, 29 de marzo, un hombre mató a al menos cinco personas con un rifle de asalto en el suburbio judío ultraortodoxo de Bnei Brak, a las afueras de Tel Aviv, según reportaron medios locales y el servicio nacional de ambulancias de ese país.

De acuerdo con un video casero difundido en la televisión israelí, el hombre, vestido de negro y portando un fusil de asalto iba caminando por la calle y apuntando con el arma. Testigos afirmaron a Reuters que el presunto homicida comenzó a disparar a los balcones de apartamentos, a la gente en la calle y desde un automóvil.

En un tuit recogido por el Magen David Adom, el servicio de emergencias israelí, el paramédico Menachem Englander señaló que estaba en su casa cuando escuchó disparos.

“Inmediatamente salí a la calle y vi a un terrorista apuntándome con un arma. De milagro se le atascó el arma y no pudo disparar”.

Medios de comunicación locales, que citaron a funcionarios de seguridad sin identificar, informaron de que el presunto autor se trataría de un hombre palestino de una localidad cercana a la ciudad de Jenin, en el área de la Cisjordania ocupada.

El homicida fue abatido en el acto por las autoridades locales, según reportaron desde el servicio de ambulancias.

Este nuevo episodio de violencia mortal en territorio israelí se suma a otros dos ataques violentos sucedidos en los últimos días.

La pasada semana un ciudadano árabe de Israel asesinó a cuatro personas en un apuñalamiento y atropello de coche en la ciudad de Beersheba, al sur del país. Pocos minutos más tarde, un transeúnte del lugar mató al autor del homicidio a tiros.

Las fuerzas de seguridad israelíes señalaron que el autor de ese atentado era un simpatizante del Estado Islámico.

Días más tarde, el pasado 27 de marzo, en paralelo a la convocatoria de una cumbre árabe-israelí en el sur de Israel, un hombre árabe disparó y mató a dos agentes de policía en Hadera, una ciudad a unos 50 kilómetros al norte de Tel Aviv. Más tarde, otros oficiales de las fuerzas del orden abatieron al agresor y Estado Islámico reivindicó el atentado.

Tras el ataque en la noche del martes, 29 de marzo, las víctimas mortales por este tipo violencia homicida ascienden a 11 en la última semana. Este es el aumento más notable de este tipo de agresiones en años.

Naftali Bennett, primer ministro israelí, tuiteó que “Israel se enfrenta a una ola de terror árabe asesino” tras conocer la noticia del tiroteo en el suburbio de Bnei Brak.

 

En paralelo, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, también condenó el asesinato de civiles israelíes.

Según funcionarios israelíes, así como ha ocurrido en el pasado, se está observando un recrudecimiento de la violencia en el periodo previo al Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes.

Con información de agencias de noticias